
Familias del municipio de Cacocum, en la oriental provincia cubana de Holguín, uno de los más afectados por el paso del huracán Melissa a finales de octubre, han sido beneficiados con ayuda solidaria del ALBA-TCP y la República Bolivariana de Venezuela.

En la comunidad Yaguabo, este día quedará marcado como un renacer. Tras las noches difíciles que dejó el huracán Melissa, hoy la esperanza volvió a tocar la puerta de algunas familias.
La entrega de colchones nuevos —tan necesarios para quienes lo perdieron todo— fue posible gracias a un gesto profundo de solidaridad Sur-Sur: el apoyo del ALBA-TCP y de la hermana Venezuela, una ayuda nacida no desde la lógica asistencialista, sino desde la cooperación entre iguales.

Yaguabo fue una de las comunidades más golpeadas por las inundaciones que provocaron en la región las lluvias asociadas al huracán, que cubrieron la totalidad del área y dejaron cientos de damnificados.
«Nunca pensamos recibir tan rápido esta ayuda. Gracias a Venezuela y al ALBA, hoy dormiremos mejor», es el testimonio de los agradecidos.

El Gobierno municipal de Cacocum organizó la distribución vivienda por vivienda, asegurando que cada familia afectada recibiera su colchón, un trabajo coordinado que hizo posible que la ayuda internacional llegara al corazón de la comunidad.

Para Yaguabo, este gesto no es solo un apoyo material: es la confirmación de un puente solidario que no falla. La ayuda de Venezuela —constante, sostenida, sincera— vuelve a cruzar el mar Caribe para acompañar a Cuba cuando más lo necesita.

Hoy, Yaguabo respira agradecimiento. Entre colchones nuevos y sonrisas recuperadas, queda la certeza de que la solidaridad verdadera no se anuncia: llega. Y con el ALBA y Venezuela, llega siempre.

