
Yasser Abu Shabab, conocido por pertenecer al antiguo “Servicio Antiterrorista” y liderarlo actualmente con el cambio de nombre a “Fuerzas Populares” y que actúa en zonas de Gaza controladas por Israel, fue muerto en circunstancias desconocidas.
Habiendo sido detenido por tráfico de drogas y contrabando desde la península del Sinaí en Egipto hacia Gaza e, irónicamente, por sus vínculos con ISIL (ISIS), pudo fugarse durante la primera parte de la guerra en Gaza.
Las Fuerzas Populares han sido las responsables tanto de ataques contra civiles como de los famosos saqueos masivos y sistemáticos de la ayuda humanitaria, siendo esto certificado por informes de Naciones Unidas, mientras, de cara a la opinión pública, intentaba presentarse como una alternativa “pacífica” a Hamás. Narrativa que nunca llegó a calar entre la población palestina viéndose esto reflejado en el poco apoyo popular que el grupo siempre tuvo.
>Mientras tanto, la prensa occidental prestaba su espacio de opinión a Yasser Abu Shabab para tratar de tergiversar la realidad e influir en la opinión pública, con la ya clásica retórica de tratar de desprestigiar a Hamás y tratar de dividir la resistencia palestina: “Nuestro objetivo principal es separar del fuego de la guerra a los palestinos que no tienen nada que ver con Hamás”, añadía en dicho artículo de opinión.
A la vez que Yasser Abu Shabab trataba de disimular en los medios occidentales sus vínculos con Israel, el propio Benjamin Netanyahu, admitió abiertamente estar utilizando clanes armados para luchar contra Hamás, en los que distintos analistas apuntaron que entre dichos clanes se encontraban las fuerzas de Abu Shabab.

