«Nosotros jamás reconoceremos las elecciones de la trampa, de la argucia, del artificio y del engaño al pueblo» de Honduras, aseguró la candidata del partido Libre, Rixi Moncada, al denunciar una vez más las manipulaciones y presiones ejercidas para alterar el resultado de los comicios del 30 de noviembre, tanto mediante el hackeo del TREP (Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares) y el arreglo de actas electorales como mediante la injerencia de EE.UU. y una campaña comunicacional de coacción contra los votantes.
«Estamos del lado de nuestro pueblo, del que votó por nosotros, y también del lado del pueblo que no votó por nosotros, coaccionado, amenazado, asediado por millones de mensajes diciéndoles “si votan por Rixi, no tendrán remesas”», dijo Moncada y anunció que «con el pueblo, víctima de la coacción, del chantaje, de las amenazas, vamos a estar en las calles. Ya lo verán, en poco tiempo».
Durante una asamblea extraordinaria del Libertad y Refundación (Libre) en Siguatepeque, en el central departamento de Comayagua, la candidata presidencial recordó que la coordinación general del partido ha presentado todas las solicitudes y ha ejercido todas las acciones legales para la nulidad de los comicios. «No solo se ha pedido la nulidad de las elecciones, sino que se han impugnado las 19 mil juntas receptoras de votos a la vista de toda la coacción y las amenazas que privaron en el proceso electoral», afirmó.
Acompañada del coordinador de Libre, Manuel Zelaya, subrayó que «vamos a continuar ejerciendo, como lo hicimos en 2013 y 2017, todas las acciones legales, con dignidad, con honor, con nuestra frente en alto».
Añadió que «todos sabemos qué ocurre con la justicia de Honduras, que es la serpiente que pica a los descalzos, encerrada allá en sus curules, aterrorizada por el poder imperial. Si el pueblo está fuerte afuera, podemos tener esperanza en una justicia adentro, pero si afuera estamos desunidos y desorganizados, adentro será cada día más grave la situación de la justicia».
Sostuvo que no callará ante la clase pudiente del país «porque la verdad y el espíritu de lucha nos asisten». Al referirse a qué hacer para motivar a las bases, señaló que «el pueblo sabe qué hacer para motivar las bases: es unidad, organización. Fuera la traición, fuera la deslealtad y fuera los “mapaches”».
Entre gritos de «¡Fuera “mapaches”!» de los asistentes, la candidata de Libre reiteró: «Unidad y organización para enfrentar al crimen organizado, teniendo siempre presente el principal grito de batalla del 28 de junio de 2009: no les tenemos miedo».
Una mafia cambió al elección
Moncada reiteró la denuncia a loa abierta injerencia de Donald Trump en el proceso electoral, amenazando con «consecuencias» si triunfaba Libre y dando su apoyo al candidato del derechista Partido Nacional, Nasry Asfura, además de indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, que cumplía condena de 45 años de cárcel en Nueva York por narcotráfico y armas.
La injerencia de Trump –dijo Moncada– «cambió la elección en Honduras. La mafia imperial, unida a la mafia nacional, al crimen organizado, a la narcoactividad, no solo cambió la elección, sino que dejó en libertad al capo, dejó en libertad al narcotraficante condenado y hoy el pueblo, estoy segura, está juzgando esa acción de doble rasero».
Durante la asamblea de Libre fueron presentadas las pruebas del fraude cometido en el proceso electoral, que Moncada denunció como un «asalto» y «emboscada de la criminalidad organizada imperial y nacional».
Libre presentó hace una semana una solicitud de nulidad de los escrutinios de las elecciones presidenciales del domingo 30 pasado, con base en las irregularidades que alteran la voluntad popular.
La demanda, presentada ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) por el representante legal de Libre, Edson Javier Argueta Palma, sostiene que «se presenta acción de nulidad administrativa de los escrutinios practicados por las 19.167 juntas receptoras de votos (JRV) en el nivel electivo presidencial, ante el desastre del sistema de transmisión de resultados a través del cual se ha practicado el escrutinio preliminar y se ejecuta el escrutinio general definitivo adulterando la voluntad popular”.
El reclamo legal pide que «el CNE reponga la elección en todas y cada una de las JRV a nivel presidencial ante el desastre y fracaso del sistema de transmisión de los resultados preliminares y del escrutinio general definitivo, que no ofrece ninguna fiabilidad» y, entre otras irregularidades, menciona «los miles de errores reportados en todo el país desde el escaneo de las actas y en los diferentes módulos hasta la divulgación» y el hecho de que el escrutinio, en ese contexto, «violenta toda regla de transparencia y equidad del proceso electoral, pone en precario la legalidad de los resultados, afecta la base misma de la democracia y viola profundamente el derecho al voto».
El viernes, las autoridades hondureñas informaron que han denunciado ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) la injerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las elecciones del 30 de noviembre.
«Por instrucciones de la presidenta de la República, Xiomara Castro, desde la Cancillería hemos enviado Notas Oficiales denunciando la injerencia en nuestras elecciones por parte del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump», dijo el subsecretario de Política Exterior, Gerardo Torres.
El vicecanciller precisó en una publicación en su cuenta de la red social X que también informaron a esos organismos de «la coacción que sufrió la población a través de amenazas de grupos criminales y el fracaso del sistema de transmisión y divulgación de resultados electorales».
Dos días antes, el Congreso Nacional de Honduras advirtió que no reconocerá los resultados de los comicios y alegando el golpe electoral y la injerencia externa.
En un comunicado, la Comisión Permanente del Congreso Nacional de la República denunció «la existencia de un golpe electoral en curso, materializado mediante acciones coordinadas que afectaron gravemente la integridad, transparencia y legitimidad del proceso electoral celebrado en el país» y condenó la «de manera absoluta la injerencia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien, mediante declaraciones públicas a 72 horas de las elecciones, amenazó y coaccionó a los ciudadanos hondureños, alterando el libre ejercicio del sufragio».
En el comunicado, el Congreso advirtió que «no validará un proceso manchado por presiones internas de estructuras del crimen organizado vinculadas al narcotráfico, maras como MS-13, 18, entre otras, y mucho menos las presiones externas y por la vulneración directa de la libertad de los electores».
A pesar de las reiteradas denuncias de irregularidades y manipulación y las evidencias de fraude presentadas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha continuado el escrutinio con el recuento especial de los votos de 2.773 urnas con inconsistencias. Con el 99.40% de las actas escrutadas, el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, apoyado por Trump, encabeza los resultados, con 1.298.835 votos (40.52%).

