“Las fuerzas iraquíes lanzaron el asalto contra el casco antiguo”, anuncia este domingo en un comunicado el comandante de las Operaciones Conjuntas, el teniente general de brigada Abdelamir Yaralá.
La operación en el casco antiguo de Mosul (norte de Irak), un distrito especialmente difícil de la villa, de callejuelas estrechas e inaccesibles para los vehículos blindados, se produce tras conquistar la víspera el barrio de Al-Shifa, el penúltimo bajo el yugo de los terroristas del EIIL (Daesh, en árabe) en el oeste de la ciudad.
En el comunicado, el alto mando castrense iraquí explica que en esta última etapa de la ofensiva participan unidades de las Fuerzas Antiterroristas de la Policía Federal y del Ejército iraquí, apoyadas por la Fuerza Aérea del país, según recoge el portal Iraqi News.
Las fuerzas gubernamentales han irrumpido en el casco antiguo después de que la artillería y los cazas iraquíes hayan bombardeado las trincheras de la banda ultrarradical en la zona de Al-Faruq, señala.
En el casco antiguo se encuentra la mezquita Al-Nuri, un punto icónico para los extremistas, ya que ese fue el lugar donde el líder de Daesh, Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Baghdadi, proclamó su califato en junio de 2014, tras usurpar Mosul.
Los extremistas han presentado especial resistencia en este distrito, hecho que obligó al Ejército a cambiar de estrategia y dejar la zona histórica de la ciudad para la etapa final del operativo.
Desde octubre de 2016, las tropas iraquíes luchan, respaldadas por las fuerzas voluntarias de Al-Hashad Al-Shabi (Movilización Popular), para liberar Mosul, la capital de la provincia septentrional de Nínive y que era el principal bastión y núcleo urbano en Irak de esta banda terrorista hasta finales del año pasado.
El pasado jueves, los militares iraquíes reportaron que la banda ultrarradical se encuentra atrapada en el 1 % del territorio que controla de Mosul, sin embargo, conforme a estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aún permanecen en las áreas bajo yugo terrorista en Mosul hasta 100.000 civiles, que son utilizados como escudos humanos para frenar el avance de las tropas gubernamentales.
