

Según ha informado este domingo el portal ruso de aviación Avia.pro, los aviones de combate estadounidense F-35 y F-22 han reaparecido con frecuencia en las zonas norte y noreste de Siria, lo que ha causado que el Ejército sirio instalase más sistemas de defensa antiaérea en Al-Qamishli, en la provincia de Al-Hasaka (noreste), para proteger la región ante ataques imprevistos de los cazas estadounidenses.
De acuerdo con el medio, las imágenes de satélite muestran el despliegue de al menos cuatro radares y un sistema ruso de misiles de defensa aérea Pantsir-S cerca de Al-Qamishli, así como en la base aérea de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas en esa ciudad.
“Esto indica que la región está completamente protegida contra ataques inesperados”, ha asegurado Avia.pro al respecto.
- Una foto emitida por el portal ruso de aviación Avia.pro muestra la instalación de sistemas de defensa aérea de Rusia, 5 de diciembre de 2021.
Haciendo mención de los radares a disposición de Siria, la nota señala que, aunque los radares P-18 son relativamente antiguos, son capaces de detectar cazas furtivos F-35 y F-22 de EE.UU., y el radar chino JYL-1 cuenta con la capacidad de escanear continuamente el espacio aéreo hasta entre 200 y 250 kilómetros.
La contribución rusa a la lucha antiterrorista en el país árabe ha dado resultados muy provechosos, pues, tras casi diez años de conflicto, el Ejército sirio ya controla más del 90 % del territorio.
Esto mientras que, EE.UU., so pretexto de luchar contra el flagelo del terrorismo, ha desplegado cientos de sus tropas en las regiones orientales y nororientales de Siria, ricas en recursos petroleros, a fin de robar el petróleo sirio y enviar armas y otras ayudas militares a los terroristas y las milicias kurdas, en respaldo a sus intentos separatistas en el norte del país árabe.
 
        





