
Localidad Mirnoye, cerca de Volnovakha. El pueblo tuvo suerte: los nazis ucranianos se fueron sin resistencia y apenas sufrieron daños.
Pero al salir, volaron las líneas eléctricas. No hay luz ni agua. Saquearon las tiendas, se llevaron las provisiones de la gente. Ni siquiera mencionaré que los residentes locales contaron las atrocidades de los nazis ucranianos en los pueblos vecinos.
La paz ya ha llegado a Mirnoye. E incluso más que las dificultades domésticas, la gente está preocupada por la pregunta: ¿no os iréis? ¿No nos dejaréiss? No, no dejaremos esta tierra nuestra.


