«Mientras investigaba el caso de Julian Assange, encontré pruebas convincentes de persecución política y arbitrariedad judicial, así como de tortura y malos tratos deliberados», dijo el relator especial sobre la tortura del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Nils Melzer, quien realizó una denuncia durante su supervisión en el cumplimiento de la prohibición de la tortura y los malos tratos en todo el mundo, según reportó la revista Le Monde Diplomatique.
Melzer, en su alegato, relató que «el caso Assange es la historia de un hombre perseguido y maltratado por revelar los sórdidos secretos de los poderosos, incluidos los crímenes de guerra, la tortura y la corrupción».
También explicó que «esta es la historia de la arbitrariedad judicial deliberada en las democracias occidentales que también insisten en presentarse como ejemplares en materia de derechos humanos».
Subrayó que «los Estados responsables se han negado a cooperar conmigo en la adopción de las medidas de investigación exigidas por el derecho internacional», destacando que el caso «es la colusión deliberada de los servicios de inteligencia a espaldas de los parlamentos nacionales y el público».
«Finalmente, es la historia de informes manipulados y manipuladores en los principales medios de comunicación con el propósito de aislar, demonizar y destruir deliberadamente a un individuo en particular», expresó durante la entrevista, quien a su vez recalcó que «en una democracia regida por el estado de derecho, todos son iguales ante la ley».