“Se decidió incluir en la lista negra a varios representantes de las Fuerzas Armadas, de las estructuras de propaganda, del poder judicial y del sistema penitenciario del Reino Unido [un total de 23 personas]”, ha anunciado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia a través de un comunicado emitido este viernes.
Conforme a la Cartera rusa, esta decisión se debe a que el Gobierno británico aplica el mecanismo de sanciones unilaterales contra personas físicas y jurídicas rusas, así como presta el apoyo técnico-militar a Ucrania.
Entre las personas sancionadas, tal y como detalla la nota, se encuentran oficiales de las Fuerzas Armadas británicas involucrados en la organización de la formación de soldados ucranianos en el Reino Unido, incluidos comandantes de formaciones que proporcionaron instructores para este fin.
También, Moscú ha impuesto medidas restrictivas a varios jueces y funcionarios del sistema penitenciario del país europeo quienes, según la Cancillería rusa, están involucrados en el acoso a periodistas independientes, en particular los dirigentes de la prisión Belmarsh de Londres “que es conocida por reiterados casos de violación de los derechos humanos”, ha indicado el texto.
Entre los afectados también se encuentra la agencia de comunicación Zinc Network, que, conforme a Rusia, actúa por orden del Gobierno británico para desacreditar a los periodistas extranjeros que hablan desde un punto de vista diferente sobre los acontecimientos en Ucrania.
Desde el lanzamiento de la operación especial militar de Rusia en Ucrania, El Reino Unido ha sido uno de los patrocinadores más firmes de Kiev y le ha enviado constantemente armamentos y apoyo logístico a través de sus fronteras, además de imponer sanciones ilegales contra los rusos.
Ante tal coyuntura, Rusia ha advertido en reiteradas ocasiones que Occidente así está poniendo en riesgo su propia seguridad, y asevera que de esta forma los países occidentales están echando leña al fuego del conflicto, lo que tendrá repercusiones trágicas.
