El video de la ejecución de un prisionero de guerra supuestamente ucraniano aparecido en la Red hace unos días debe ser sometido a un análisis de expertos para comprobar su autenticidad, declaró el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov.
«Primero tenemos que comprobar la veracidad de estas horribles imágenes. No hay duda de que son imágenes horribles», comentó el vocero citado por TASS.
Según Peskov, el material puede dar origen a «una pesquisa sobre si [la ejecución] tuvo lugar o no, y, si tuvo lugar, entonces dónde y por parte de quiénes». No obstante, subrayó que «en el mundo de bulos en el que vivimos«, primero «hay que comprobar la veracidad de la grabación».
Mientras tanto, la Fiscalía General de Rusia ha lanzado procedimientos de verificación del video. «Con el fin de evaluar la credibilidad de estos materiales y tomar una decisión adecuada, han sido enviados a los órganos de investigación para su verificación», comunicó el organismo.
En el video, aparentemente grabado en una estación cálida, un uniformado enmascarado que lleva una cinta blanca, distintivo de las fuerzas rusas, le corta el cuello a un militar con una cinta amarilla que, preso de dolor, ruega a gritos que le suelten. El verdugo degüella y decapita a su víctima, alentado por sus compañeros de armas. Uno de los participantes muestra el chaleco antibalas con la insignia del supuesto ucraniano y propone enviar la cabeza cortada a su comandante.
Tanto la víctima como sus ejecutores hablan ruso, idioma que también domina la mayoría de los ucranianos. Se desconoce la fecha y el lugar de la grabación.
