José L. Quirante (Unidad y Lucha).— A ti, lector simpatizante de nuestra prensa revolucionaria; A ti, lector anónimo, que sin conocerte sigues expectante nuestra tenaz defensa del comunismo; A ti, lector que por puro azar llega a tus manos esta publicación (la voz de los currantes), que tanta constancia exige para infundirle vigor en esta alienante sociedad capitalista; sepáis todos que las palabras que a continuación se apiñan no son fruto de una reflexión perfectamente meditada; nacen abruptamente de las entrañas de quien suscribe para – una vez más – dejar constancia de lo que es absolutamente insoportable, y en donde el entendimiento (lo opuesto a la sinrazón) es cada día ultrajado por la más abominable barbarie cometida desde tiempos de Adolf Hitler: el genocidio del pueblo palestino a manos del imperialista Tío Sam – que es quien manda – y de su odioso gendarme en Oriente Medio: el sanguinario estado sionista de Israel, los nazis del siglo XXI. Un exterminio perpetrado impunemente ante nuestros ojos despavoridos que, en un repugnante in crescendo del terrorismo de Estado, hace que los adjetivos a emplear pierdan fuerza acusatoria. Mostrando así, que la equidistancia es imposible en esta espantosa tragedia, y que las febriles disquisiciones sobre los orígenes del conflicto árabe-israelí sobran ya, pues el asesino, despiadado e incuestionable, es el bestial sionismo.
¡Insoportable!
Pablo Neruda, poeta, escritor y militante comunista hasta el último suspiro, en su libro antifascista, “España en el corazón”, dejó escrito un poema sobrecogedor titulado “Explico algunas cosas”. En él, exponiendo los horrores de la guerra civil española, el gran poeta chileno dice cosas como estas: “Preguntaréis: Y dónde están las lilas? / Y la metafísica cubierta de amapolas? / Y la lluvia que a menudo golpeaba / sus palabras llenándolas / de agujeros y pájaros? (…) / Venid a ver la sangre por las calles / venid a ver / la sangre por las calles!”. Un rotundo aldabonazo a las conciencias aletargadas, que en el poema de Neruda surge de una tierra de la que “salían hogueras devorando seres”, y de un cielo con aviones, bandidos, moros y duquesas asesinando a niños, mientras por “las calles la sangre de los niños, corría simplemente como sangre de niños”.
¡Insoportable!
Como lo es hoy: Seguir llamando “guerra de Gaza” a lo que es uno de los genocidios más feroces de la historia de la Humanidad.
Como lo es hoy: Que las víctimas palestinas en Gaza y en Cisjordania sobrepasen ya las 100.000, entre asesinados y desaparecidos.
Como lo es hoy: Ver a centenas de famélicos niños y niñas palestinas morir de hambre y desnutrición.
Como lo es hoy: Que más de 230 periodistas ejerciendo su trabajo informativo hayan sido impune y vilmente asesinados por las balas sionistas.
Como lo es hoy: Que el llamado gobierno español más a la izquierda de no sé qué, vierta lágrimas de cocodrilo y, con la UE, mire para otro lado.
Como lo es hoy: Comprobar, en el caso palestino, la inutilidad de las instituciones internacionales encargadas de mantener la paz en el mundo.
Como lo es hoy: Que los medios de manipulación burgueses nos refrieguen diariamente la infundada equidistancia entre “La guerra de Ucrania” y el sádico genocidio palestino.
Como lo es hoy: Incitarnos a pensar que esta barbarie es consecuencia únicamente – que también – de las mentes enajenadas de Trump y Netanyahu, cuando la entera responsabilidad recae sobre el capitalismo al que sirven en su insaciable razón de ser: acumular capital cueste lo que cueste.
Entonces, ante estas atrocidades, ¿qué hacer? Nunca hubo otra alternativa: concienciarnos, organizarnos, luchar por el socialismo-comunismo y hacer tabla rasa de este capitalismo de mierda. Las cosas por su nombre.