El director del Hospital Kamal Adwan, Hussam Abu Safiya, sufre un grave deterioro de salud como consecuencia de los maltratos y las malas condiciones de vida en la prisión de Ofer, denunció la organización israelí Médicos por los Derechos Humanos.
En un comunicado, la ONG destacó que el galeno perdió unos 25 kilogramos de peso y sufre de sarna, pese a lo cual las autoridades penitenciarias se niegan a otorgarle un tratamiento adecuado.
Desde marzo último no comparece ante un juez, ni fue sometido a una investigación, ni se informó el motivo de su detención, criticó el grupo, que basó su denuncia en las críticas de la abogada defensora de Abu Safiya, quien lo visitó recientemente.
Ghaid Qassem confirmó que «está sometido a violencia, malos tratos y se le niegan exámenes médicos, a pesar de tener problemas cardíacos preexistentes y presión arterial alta».
Según la asociación, Abu Safiya se enfrenta a duras condiciones de detención, incluida la falta de comida y ropa limpia durante meses, además de repetidas agresiones por parte de los guardias de la prisión.
Destacó que al menos 100 profesionales de la salud de Gaza fueron arrestados desde el estallido de la guerra en octubre de 2023, la mayoría de ellos sin acusación, lo cual consideró una «flagrante violación del derecho internacional».
En febrero la prensa israelí publicó por primera vez un vídeo que mostraba a Abu Safiya en el centro de detención, con las manos y pies encadenados y con aspecto cansado.
Las autoridades israelíes lo calificaron como «combatiente ilegal», un recurso usado en el actual conflicto para detener y mantener encerrados a miles de palestinos en la Franja de Gaza.
El pasado año, el doctor perdió a su hijo, Ibrahim, en un ataque israelí contra la entrada del hospital y resultó herido por la metralla de un dron. Sin embargo, continuó atendiendo a niños a pesar de las difíciles circunstancias.
En diciembre de 2024 fue arrestado por los militares en la puerta del centro de salud y trasladado a la prisión de Sde Teiman, donde fue sometido a torturas, incluyendo palizas, descargas eléctricas y privación de comida y sueño, según diversas denuncias.
Prensa Latina / Al Manar