En el 11º aniversario de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2014, miles de normalistas, familiares, activistas de organizaciones civiles, defensores de derechos humanos y estudiantes marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo de Ciudad de México.
La protesta, realizada bajo una persistente lluvia, demandó el esclarecimiento de los hechos y el paradero de los jóvenes.
“Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, fue la consigna central de los manifestantes, que calificaron el caso como una “deuda del Estado”.
A diferencia de la manifestación del día anterior frente al Campo Militar número 1, donde un grupo derribó una reja y quemó un camión, la marcha se desarrolló de forma pacífica.
Las familias mantuvieron su reclamo pacífico, exigiendo al Ejército mexicano la entrega de 800 folios con información clave y la participación del Centro Nacional de Inteligencia en la investigación. “Nosotros lo único que queremos es saber qué pasó realmente el 26 de septiembre”, expresó Mario González, padre de uno de los desaparecidos.
Los manifestantes, que recorrieron cuatro kilómetros, pasaron lista frente al antimonumento de Ayotzinapa, clamando “¡justicia!” por cada estudiante.
González cuestionó: “¿Es eso violencia? ¿Entonces cómo se llama a desaparecer a 43 normalistas? Violencia es no dar con la verdad”.
La marcha también exigió la extradición de Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal, y Ulises Bernabé, exjuez de Iguala, ambos prófugos en Estados Unidos.
Itai Paulina, una joven de 22 años, destacó la importancia de “mantener viva la memoria de los 43” para evitar la repetición de estos hechos.
La presidenta Claudia Sheinbaum prometió nuevas líneas de investigación para esclarecer el caso, que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador reconoció como un crimen de Estado.
Melitón Ortega, portavoz de las familias, señaló que Sheinbaum tiene la oportunidad de “cerrar una herida que sigue abierta”.
Las protestas, que iniciaron el 17 de septiembre, continuarán cada día 26 en la comunidad de origen de los normalistas desaparecidos, reafirmando el lema “Ayotzinapa vive”.