
El Gobierno de España ha prohibido el uso de las bases militares de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla) por parte de Estados Unidos para transportar armamento destinado a Israel. Así lo ha confirmado el Comité Conjunto Hispano-Norteamericano, citado por un diario español el domingo 28 de septiembre.
La decisión impide el paso de aeronaves o buques que transporten armas, municiones o equipos militares, tanto si se dirigen directamente a territorio israelí como si hacen escalas intermedias antes de llegar a su destino final.
La medida se inscribe en una serie de acciones recientes adoptadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que ya la semana anterior anunció la cancelación de un contrato de 207.4 millones de euros con una empresa israelí de tecnología militar. Además, España mantiene un embargo total sobre la venta de armamento a Israel desde mayo de 2024, tras reconocer oficialmente al Estado de Palestina y adherirse a la denuncia presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que investiga posibles crímenes de genocidio en la Franja de Gaza.
Según fuentes del Comité Conjunto Hispano-Norteamericano, Rota y Morón son bases de soberanía española, bajo mando de oficiales del Ministerio de Defensa, y cualquier operación en ellas debe contar con autorización previa del Gobierno. Las mismas fuentes aclaran que la prohibición alcanza también a equipos militares destinados a Israel a través de vuelos indirectos, aunque matizan que existen rutas alternativas por medio de bases en otros países europeos, como Alemania o Italia.
España no realiza inspecciones a las aeronaves o buques militares estadounidenses que hacen escala en su territorio; una práctica basada en acuerdos bilaterales previos, como los Pactos de Madrid de 1953 y el Convenio de Cooperación para la Defensa de 1988. Un control directo sería considerado una ruptura de confianza entre aliados, aunque , desde el referéndum de la OTAN de 1986, está prohibida la introducción de armas nucleares en territorio español.
En una ocasión reciente, seis aviones F-35 enviados por la Administración de Donald Trump a Israel evitaron pasar por territorio español y realizaron escala en la base aérea estadounidense de Lajes, en las islas Azores (Portugal), antes de cruzar el estrecho de Gibraltar. Según informaciones recogidas por medios españoles, estas aeronaves llevaban ya los emblemas de la Fuerza Aérea israelí pintados en el fuselaje al momento del traslado.

El Departamento de Estado de Estados Unidos reaccionó negativamente a las restricciones impuestas por el Gobierno español. El pasado 9 de septiembre, un portavoz de la Casa Blanca calificó como “profundamente preocupantes” las nueve medidas adoptadas por Pedro Sánchez en relación con Israel, alegando que “limitan potencialmente las operaciones militares estadounidenses”. Estas tensiones se suman a una relación bilateral marcada por desencuentros en asuntos como el gasto en defensa dentro de la OTAN y disputas comerciales.
Las restricciones al uso de bases españolas no son inéditas. El artículo que obliga a solicitar autorización previa para vuelos con “carga o pasaje controvertidos” ha sido aplicado en múltiples ocasiones. Una de las más recordadas tuvo lugar en junio de 2002, cuando el Gobierno de Estados Unidos pidió permiso para el paso de aeronaves que transportaban prisioneros hacia el centro de detención en la base naval de Guantánamo, territorio ilegalmente ocupado por EE.UU. en Cuba.
El Gobierno español ha reiterado que no autoriza el paso de material bélico destinado a zonas en conflicto cuando ello contraviene los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.