
El experto en aviación militar moderna china Andreas Rupprecht compartió este domingo fotografías de lo que podría ser un enorme vehículo aéreo no tripulado de ataque durante un vuelo de prueba.

Reportes apuntan a que Pekín estaría probando un dron furtivo con una envergadura de 42 metros, probablemente el denominado provisionalmente por especialistas como GJ-X. Un video de la aeronave también circula en redes sociales.
Este aparato se asemeja a un inédito dron que aparece en una imagen satelital de la base militar secreta de pruebas china de Malan (provincia de Xinjiang) tomada en agosto, que el medio estadounidense The War Zone obtuvo el mes pasado. Este guarda un gran parecido en diseño con el del dron pesado chino CH-7, que el gigante asiático presentó oficialmente a finales de 2024.

El medio cree muy posible que el dron recién avistado sea una evolución del CH-7, una aeronave de gran altitud y larga autonomía, que por su diseño furtivo sugiere funciones de reconocimiento de largo alcance y vigilancia, o incluso de ataque.