
Una nueva ronda de negociaciones entre representantes de Pakistán y del Gobierno talibán de Afganistán concluyó este lunes 27 de octubre en Estambul sin resultados concretos, según confirmaron medios pakistaníes. Las conversaciones, que se extendieron durante tres días, estuvieron marcadas por desacuerdos en torno al accionar de grupos armados en la frontera común.
Fuentes cercanas a las delegaciones indicaron que el Gobierno pakistaní reiteró su exigencia al régimen de Kabul para que ponga fin a la presencia de integrantes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) en territorio afgano. Islamabad responsabiliza a esta organización de múltiples ataques en suelo pakistaní y de operaciones transfronterizas desde Afganistán.
La delegación talibán, en tanto, mantuvo una postura alineada con las directrices emitidas desde Kabul, lo que según fuentes diplomáticas contribuyó al estancamiento del proceso. Los países anfitriones habrían trasladado a ambas partes la necesidad de avanzar en compromisos bilaterales que contribuyan a la estabilidad en la región, sin lograr modificar las posiciones en conflicto.
El canal estatal afgano RTA responsabilizó a las fuerzas armadas de Pakistán de obstaculizar las posibilidades de alcanzar un entendimiento duradero, en un contexto de tensiones que se han intensificado desde principios de octubre. Entre los incidentes recientes destacan un bombardeo en la provincia afgana de Paktika y un ataque con drones en Kabul.
Previamente, el 18 de octubre, se había producido en Doha un intento de distensión. En esa ocasión, con mediación de Qatar, ambos países acordaron un alto el fuego y la creación de mecanismos de verificación, aunque el cumplimiento de estos compromisos ha sido limitado.

Ambos Gobiernos se acusan mutuamente de facilitar la actividad de grupos armados que operan en la región. Mientras Pakistán denuncia una falta de acción contra milicias instaladas en Afganistán, el Gobierno talibán sostiene que actúa en defensa de su soberanía ante incursiones militares no autorizadas.
Los enfrentamientos en la frontera han dejado decenas de víctimas entre las fuerzas de ambos países y afectan zonas cercanas a la línea Durand, cuya legitimidad es rechazada por las autoridades afganas. Esta franja, heredada del trazado colonial británico, sigue siendo uno de los principales puntos de fricción geopolítica entre Islamabad y Kabul.

