
Jorge Ernesto Angulo Leiva (Granma).— El ejemplo de Camilo Cienfuegos sigue siendo «una de las imágenes más claras del pueblo cubano y de sus ideales más puros». Lo recordó Marian García Rodríguez –estudiante de la Escuela Militar que en La Habana lleva el nombre del Héroe de Yaguajay–, antes de que una representación del pueblo de la capital avanzara hasta al Malecón, a ofrecer el tradicional tributo en flores.
«Raúl Castro lo llamó el comandante más audaz y valiente del Ejército Rebelde; ha vencido la muerte», dijo.
También en el homenaje –del que participaron el Presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y Roberto Morales Ojeda, jefe del Órgano de Trabajo Político Ideológico y del Partido– Carlos Alejandro Moreno, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, recordó la confianza que desprendía Camilo, y lo valioso de su impronta ante desafíos del hoy, como el reclamo por el fin del bloqueo en Naciones Unidas y el enfrentamiento al huracán Melissa.
En octosílabos, como corresponde al alma poética del cubano, esa que tan bien encarnaba Camilo, el Kíkiri de Cisneros improvisó en la ocasión: Nos vamos a levantar/ del huracán y su filo/ porque Cuba es un Camilo/ con más coraje que el mar.





