
La Comisión para Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros y el Club de Prisioneros explicaron en un comunicado conjunto que la última víctima mortal fue Muhammad Hussein Muhammad Ghawadra, de 63 años.
Ghawadra fue arrestado en agosto del pasado año, y desde entonces estuvo detenido en la prisión Ganot.
Este asesinato se suma a la serie de crímenes perpetrados por el régimen de ocupación contra los prisioneros, con el objetivo de matarlos lentamente y destruirlos psicológica y físicamente, afirmaron ambas organizaciones.
Al respecto, señalaron que tras el acuerdo de alto el fuego, en vigor en Gaza desde el 10 de octubre, la administración penitenciaria israelí intensificó sus crímenes y violaciones en las cárceles.
Desde la ocupación de la Franja de Gaza y Cisjordania, en la guerra de 1967, perdieron la vida en esas instalaciones 318 palestinos, explicaron.
También alertaron sobre un aumento del número de decesos en los próximos meses porque “miles de detenidos se encuentran recluidos en condiciones que les privan de las necesidades más básicas y se ven expuestos diariamente a crímenes sistemáticos”.
Entre ellos citaron la tortura, la inanición, agresiones físicas, delitos médicos, y la imposición deliberada de condiciones que provocan enfermedades graves y contagiosas.
Ante esa situación, llamaron a la comunidad internacional a adoptar “medidas efectivas para exigir cuentas a los líderes de la ocupación (israelíes) por los crímenes de guerra que cometen contra nuestro pueblo”.

