
El Parlamento de Grecia aprobó un proyecto de ley presentado por el Gobierno conservador Nueva Democracia gracias a su mayoría absoluta que extiende la jornada laboral en el sector privado hasta un máximo de 13 horas diarias mientras que toda la oposición votó en contra, excepto el izquierdista Syriza que se retiró de la votación para «no legalizar con su voto» lo que calificó como una «ley monstruosa».
El Gobierno defiende que la jornada laboral de 13 horas es opcional, solo afecta al sector privado y puede aplicarse un máximo de 37 días al año.
La aprobación de la ley se realiza a pesar de las dos huelgas generales que paralizaron el país los pasados días 1 y 14 de octubre convocadas por los principales sindicatos del sector público y privado, ADEDY y GSEE, para exigir que el Gobierno retire el proyecto.
Los economistas explican la medida por la falta de trabajadores en el sector de servicios y la hostelería, especialmente durante la temporada turística de verano.
Cabe recordar que desde julio de 2024 los trabajadores de la industria, el comercio minorista, la agricultura y algunos servicios están obligados a trabajar seis días a la semana si su empleador lo exige a cambio de una bonificación del 40 % aplicable al sexto día.
Con la aprobación de este proyecto de ley, el Gobierno de Mitsotakis ha transformado el mercado laboral griego en uno de los «más flexibles» de Europa, con lo que ello conlleva: precarización extrema y mayores dificultades para que los trabajadores lleven una vida digna.

