
Chris Hedges (The Chris Hedges Report)
Traducido del inglés por Sinfo Fernández
Transcripción de la entrevista
Chris Hedges:
Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas sobre Palestina, en su último informe, «Genocidio en Gaza: un crimen colectivo», denuncia el papel que desempeñan 63 naciones en el mantenimiento del genocidio israelí. Albanese, que debido a las sanciones impuestas por la administración Trump tuvo que dirigirse a la Asamblea General de la ONU desde la Desmond y Leah Tutu Legacy Foundation en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, critica lo que ella denomina «décadas de fracaso moral y político».
«A través de acciones ilegales y omisiones deliberadas, demasiados Estados han perjudicado, fundado y protegido el apartheid militarizado de Israel, permitiendo que su empresa colonial se convierta en genocidio, el crimen definitivo contra el pueblo indígena de Palestina», declaró ante la ONU.
El genocidio, señala, cuenta con protección diplomática en «foros internacionales destinados a preservar la paz», con vínculos militares que van desde la venta de armas hasta entrenamientos conjuntos que «alimentaron la maquinaria genocida», la militarización indiscutible de la ayuda y el comercio con entidades como la Unión Europea, que había sancionado a Rusia por Ucrania, pero ha seguido haciendo negocios con Israel.
El informe de 24 páginas detalla cómo terceros Estados facilitan la «atrocidad retransmitida en directo». Critica duramente a Estados Unidos por proporcionar «cobertura diplomática» a Israel, al utilizar su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU en siete ocasiones y controlar las negociaciones para el alto el fuego. Según el informe, otras naciones occidentales colaboran con abstenciones, retrasos y proyectos de resolución diluidos, y proporcionan armas a Israel, «incluso cuando las pruebas del genocidio… se acumulan».
El informe critica al Congreso de los Estados Unidos por aprobar un paquete de armas por valor de 26.400 millones de dólares para Israel, a pesar de que, en ese momento, Israel amenazaba con invadir Rafah, desafiando la exigencia de la Administración Biden de que se respetara la ciudad.
El informe también condena a Alemania, el segundo mayor exportador de armas a Israel durante el genocidio, por envíos de armas que incluyen desde «fragatas hasta torpedos», así como al Reino Unido, que supuestamente ha realizado más de 600 misiones de vigilancia sobre Gaza desde que estalló la guerra en octubre de 2023.
Al mismo tiempo, los Estados árabes no han roto sus relaciones con Israel. Egipto, por ejemplo, mantuvo «importantes relaciones económicas y de seguridad con Israel, incluida la cooperación energética y el cierre del paso fronterizo de Rafah» durante la guerra.
El genocidio de Gaza, afirma el informe, «puso de manifiesto una brecha sin precedentes entre los pueblos y sus gobiernos, traicionando la confianza en la que se basan la paz y la seguridad mundiales». Su informe coincide con un alto el fuego que no es tal. Más de 300 palestinos han sido asesinados por Israel en Gaza desde que se anunciara el alto el fuego hace dos semanas.
La primera violación importante del alto el fuego, el 19 de octubre, provocó ataques aéreos israelíes que mataron a 100 palestinos e hirieron a otros 150. Los palestinos de Gaza siguen soportando bombardeos diarios que destruyen edificios y viviendas. Los bombardeos y los disparos siguen matando e hiriendo a civiles, mientras que los drones siguen sobrevolando la zona transmitiendo amenazas ominosas.
Los alimentos básicos, la ayuda humanitaria y los suministros médicos siguen siendo escasos debido al asedio israelí en curso. Y el ejército israelí controla más de la mitad de la Franja de Gaza, disparando contra cualquiera, incluidas las familias, que se acerque demasiado a su frontera invisible conocida como la línea amarilla.
Para hablar de su informe, del genocidio en curso en Gaza y de la complicidad de numerosos Estados en el mantenimiento del genocidio, me acompaña Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas sobre Palestina.
Antes de entrar en el informe, hablemos un poco de lo que está sucediendo en Gaza. Hay una desconexión total entre lo que describe la comunidad internacional, es decir, un alto el fuego, el ritmo puede haber disminuido, pero nada ha cambiado.
Francesca Albanese:
Sí, gracias por invitarme, Chris. Estoy de acuerdo en que parece haber una desconexión total entre la realidad y el discurso político. Porque tras el alto el fuego, la atención se ha visto obligada a desplazarse de Gaza a otros lugares.
Creo, por ejemplo, que el aumento de la atención prestada a la catastrófica situación en Sudán, que lleva años así, se debe de repente al hecho de que existe la necesidad, especialmente por parte de los países occidentales y Estados Unidos, Israel y sus acólitos, de centrarse en una nueva emergencia.
Se finge que hay paz, que ya no hay necesidad de protestar porque, por fin, hay paz. No hay paz. Quiero decir que los palestinos no han visto un solo día de paz porque Israel ha seguido disparando, utilizando la violencia contra los palestinos en Gaza. Más de 230 palestinos han sido asesinados desde el alto el fuego, 100 de ellos en un solo día, en 24 horas, entre ellos 50 niños.
Y el hambre continúa. Sí, ha habido un aumento en el número de camiones, pero muy por debajo de lo que se necesita, con mucha confusión porque es muy difícil entregar la ayuda. Además, Israel mantiene el control sobre el 50% de la Franja de Gaza, mientras que toda la población de Gaza se encuentra amontonada en pequeñas porciones, vigiladas, del territorio.
Así pues, no hay paz. Mientras tanto, aunque el Consejo de Seguridad parece dispuesto a aprobar una resolución que creará una forma no anacrónica de tutela, de administración fiduciaria sobre Palestina, sobre Gaza, Cisjordania queda abandonada a la violencia y la limpieza étnica impulsadas por colonos armados y soldados, mientras las cárceles israelíes siguen llenándose de cuerpos para torturar tanto a adultos como a niños. Esta es la realidad actual en los territorios palestinos ocupados, por lo que el discurso político no tiene ningún sentido.
Chris Hedges:
Dos cuestiones sobre Gaza. Una, por supuesto, es que Israel se ha apoderado de más del 50% u ocupa más del 50% de Gaza. Y, según tengo entendido, no permiten la entrada de ningún material de reconstrucción, incluido el cemento.
Francesca Albanese:
Eso es lo que yo entiendo también. Han permitido la entrada de alimentos, agua y algunos materiales esenciales necesarios para los hospitales, principalmente para los hospitales de campaña, y tiendas de campaña. Pero todo lo relacionado con la sostenibilidad está prohibido.
Hay muchos alimentos que también están prohibidos porque se consideran lujosos. Y la pregunta, Chris, es, y por eso siento tanta frustración estos días hacia los Estados miembros, porque en el caso del genocidio, tú mismo has oído el argumento, bueno, la actitud recalcitrante de ciertos Estados a utilizar el marco del genocidio diciendo —y es una pura tontería desde el punto de vista jurídico— que la Corte Internacional de Justicia no ha concluido que sea genocidio.
Desde hace dos años, en enero de 2024, se llegó a la conclusión de existía riesgo de genocidio. Sin embargo, incluso cuando el tribunal concluye algo relevante, como en julio de 2024, que la ocupación es ilegal y debe ser desmantelada total e incondicionalmente, este debería ser el punto de partida de cualquier debate relacionado con la paz o con visión de futuro.
En lugar de deliberar sobre cómo obligar a Israel a retirarse del territorio palestino ocupado, los Estados miembros siguen manteniendo el diálogo con Israel porque tiene soberanía sobre el territorio. El futuro al que están llevando a los palestinos desde la desesperación es completamente distópico.
Pero también están obligando a detener el movimiento popular, el movimiento global que se ha formado con jóvenes y trabajadores. Porque fíjate en lo que está pasando en Francia, en Italia, en Alemania, en el Reino Unido: cualquier intento de mantener la luz encendida sobre Palestina, desde Gaza hasta Cisjordania, es atacado. Protestas, conferencias, hay un ataque muy activo contra todo lo que concierne a Palestina.
Por eso digo que estamos mucho más allá de la mala gestión, de la falta de comprensión, me refiero a la negligencia al abordar la cuestión de Palestina, es una complicidad activa para sostener a Israel en la limpieza étnica de Palestina.
Chris Hedges:
Lo cual, como señalas en tu informe, ha sido cierto desde el principio, a pesar de un ligero cambio en la retórica que reconoce la solución de dos Estados. El Reino Unido lo hizo reduciendo los envíos de armas sólo en un 10%.
Pero antes de entrar en el informe, quiero preguntarte: ¿cuál crees que es el objetivo de Israel? ¿Se trata sólo de ralentizar el genocidio hasta que pueda reanudarlo? ¿Se trata de crear este gueto espantoso, inhabitable e insoportable? ¿Cuál crees que es el objetivo de Israel?
Francesca Albanese:
Creo que ahora más que nunca es imposible separar y distinguir los objetivos de Israel de los de Estados Unidos. Tendemos a tener una visión fragmentada de lo que ocurre al analizar, por ejemplo, la relación entre el Líbano e Israel, entre Irán e Israel, o entre Israel y los palestinos.
De hecho, una de las cosas que Palestina me ha hecho comprender es el significado del «Gran Israel», porque creo que eso es lo que tiene en mente el actual liderazgo de Israel y lo apoyan muchos, de forma voluntaria o no, en la sociedad israelí, muchos a los que no les importa que los palestinos desaparezcan.
Pero existe esa idea del Gran Israel y durante mucho tiempo he sido de los que pensaban, de los que se preguntaban qué es eso del «Gran Israel», porque, claro, ves el mapa que muestran los líderes israelíes en varias ocasiones, con este Gran Israel que va desde el Nilo hasta el Éufrates, y dices: «Venga ya, no pueden hacer eso, no pueden ocupar Egipto, el Líbano, Iraq».
Pero entonces todo cambia cuando se mira desde una perspectiva de expansión fronteriza no territorial. Y si se piensa que, de hecho, el dominio puede ejercerse y establecerse, no sólo mediante la expansión de las fronteras físicas y la ocupación militar, sino también a través del dominio y el control financiero, el control desde el exterior, el dominio del poder, se ve que el proyecto del Gran Israel ya ha comenzado y está muy avanzado.
Fíjate en la aniquilación de Iraq, Libia, Siria y el Líbano. Así que todos aquellos que históricamente no se consideraban amigos de Israel han sido aniquilados. Y los demás países árabes que quedan no tienen la capacidad de enfrentarse a Israel y ni se les pasa por la cabeza explorar la idea de la unidad entre ellos o con otros. Y a los demás les parece bien.
En última instancia, creo que el Gran Israel es la explicación por excelencia del diseño imperialista de Estados Unidos en esa parte del mundo, en la que los palestinos siguen siendo una espina clavada no sólo para Israel, sino para el propio proyecto imperialista, porque los palestinos siguen allí resistiendo.
No quieren irse, no quieren ser domesticados, no quieren ser dominados, por lo que son la última línea, la última frontera de resistencia, tanto física como imaginaria. Y por eso, como ves, la ferocidad contra ellos se ha intensificado, y ahora Estados Unidos se está preparando con tropas sobre el terreno para deshacerse de ellos. Esta es mi interpretación del diseño general detrás de Israel-Estados Unidos, donde los israelíes van a pagar un alto precio, como muchos en la región, no sólo los palestinos.
Chris Hedges:
Entonces, ¿ves la imposición de las tropas estadounidenses en Gaza como un paso más hacia la despoblación de Gaza?
Francesca Albanese:
Sí, sí, sí, no confío en ninguna de las promesas hechas a los palestinos, ni por parte de Israel ni por parte de Estados Unidos, porque lo que he visto en los últimos dos años me demuestra, nos demuestra a todos, de hecho, que no les importan en absoluto los palestinos. De lo contrario, habrían visto su sufrimiento.
No es como nosotros, que podemos dividir nuestra vida. ¿Es un pregenocidio? ¿Te pasa a ti también? ¿Te refieres al pregenocidio o al posgenocidio? Porque, de hecho, el comienzo del genocidio ha cambiado mi percepción del mundo en cierto modo, para mí personalmente, es el fin de una era de inocencia en la que realmente creía que las Naciones Unidas eran un lugar donde todavía se podía avanzar en la búsqueda de la paz.
Ahora no lo creo, lo que no significa que piense que la ONU haya llegado a su fin, pero para que no llegue a su fin, para que tenga sentido para la gente, debe estar dirigida por la dignidad, principios como la dignidad, la igualdad y la libertad para todos. Y hoy en día estamos absolutamente muy lejos de eso.
Chris Hedges:
¿Y qué te llevó a tomar esta decisión? ¿Fue la aceptación por parte de la ONU de este falso alto el fuego, o fue antes de ese momento?
Francesca Albanese:
No, fue antes. Fue antes. Es el hecho de que durante dos años la mayoría de los Estados, principalmente los occidentales, pero con la aquiescencia de otros Estados de la región, han apoyado el mantra israelí de la autodefensa.
Lo siento, era un mantra porque, de nuevo, la autodefensa tiene un gran… No estoy diciendo que Israel no tuviera derecho a protegerse. Por supuesto, Israel sufrió un feroz ataque el 7 de octubre. Algunos dicen que fue similar a los ataques que había infligido a los palestinos. Otros dicen que fue más brutal, otros que menos brutal. No importa.
Israel sufrió un ataque horrible y violento. Los civiles israelíes sufrieron un ataque horrible el 7 de octubre. Pero esto no le daba a Israel la posibilidad de invocar el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, es decir, el derecho a declarar la guerra.
Esto no fue legal. Y sobre esto puedo decir que me sorprende lo conservadores que son los Estados miembros cuando se trata de interpretar el derecho internacional, excepto en este caso, en el sentido de que la Corte Internacional de Justicia ya ha establecido los límites del derecho de los Estados miembros a invocar la autodefensa.
Y sólo se puede hacer contra Estados en los que exista una amenaza concreta de ataque, lo que no es el caso aquí. Así que sí, Israel podría defenderse, pero no declarar la guerra. Y aunque la guerra se identificaba claramente más por sus crímenes que por su tendencia a evitarlos, los Estados miembros han seguido sin decir nada, y se ha producido una violencia extrema contra los palestinos de Gaza, pero también contra los palestinos de Cisjordania. Y durante dos años no han utilizado su poder para detenerla.
Por lo tanto, estoy convencida de que para que se produzca un cambio político con respecto a Israel, debe haber un cambio político a nivel nacional, porque los gobiernos están completamente sometidos a los dictados de Estados Unidos. Por supuesto, si Estados Unidos quisiera, esto se detendría, pero Estados Unidos, con esta constelación de figuras en su gobierno, no va a detenerlo.
Y, además, fíjate en cómo Occidente en particular ha contribuido a deshumanizar a los palestinos. Incluso hoy en día se oye a gente decir que sí, que los palestinos han sido asesinados en estas cantidades porque Hamás les ha utilizado como escudos humanos, cuando la única prueba de que han sido utilizados como escudos humanos va contra Israel, porque Israel ha utilizado a los palestinos como escudos humanos tanto en Cisjordania como en Gaza.
Se ve que los palestinos han vuelto a quedar envueltos en este tropo colonial de que son salvajes, bárbaros, en cierto modo, que han causado estragos sobre sí mismos. Esta es la narrativa que Occidente ha utilizado hacia los palestinos. Y al hacerlo, han creado un terreno fértil para la impunidad de Israel.
Chris Hedges:
Hablemos de los países que destacas en tu informe por haber seguido apoyando el genocidio, ya sea mediante envíos de armas o también a través de intereses comerciales. Creo que en tu informe anterior te referías al dinero que se estaba ganando con el genocidio. Explícanos el alcance de esa colaboración y, en la medida de lo posible, de las sumas de dinero involucradas.
Francesca Albanese:
Sí, sí, permíteme comenzar presentando dos componentes generales, el componente militar y el de comercio e inversión, que están bastante interrelacionados. Y los Estados, en general, nombro 62 Estados, principalmente occidentales, pero también con la colaboración sustantiva de Estados del Sur Global, de la mayoría global, incluidos algunos Estados árabes.
Así que, en conjunto, han ignorado, ocultado e incluso se han beneficiado en cierta medida de las violaciones del derecho internacional por parte de Israel a través de canales militares y económicos. La cooperación militar mediante el comercio de armas o el intercambio de información de inteligencia ha alimentado la maquinaria bélica de Israel durante la ocupación, una ocupación ilegal, y especialmente durante el genocidio, mientras que sólo Estados Unidos y Alemania han proporcionado alrededor del 90% de las exportaciones de armas a Israel.
Al menos 26 estados han suministrado o facilitado la transferencia de armas o componentes, mientras que muchos otros han seguido comprando armas probadas en los palestinos. Y es por eso que, en mi anterior informe, el que se centraba en el sector privado, me sorprendió ver cuánto había subido la bolsa israelí durante el genocidio.
Y esto se debe especialmente al crecimiento de la industria militar. Por otro lado, está el sector del comercio y la inversión. Ambos han sostenido y se han beneficiado de la economía israelí. Piensa que entre 2023 y 2024, en realidad entre finales de 2022 y 2024, las exportaciones de productos electrónicos, farmacéuticos, minerales energéticos y lo que se denomina de «doble uso» han ascendido a casi 500.000 millones de dólares estadounidenses, lo que ha ayudado a Israel a financiar su ocupación militar.
Ahora bien, un tercio de este comercio se realiza con la Unión Europea, mientras que el resto se complementa con los países de América del Norte, Estados Unidos y Canadá, que tienen acuerdos de libre comercio con Israel, y varios Estados árabes que han seguido profundizando sus lazos económicos.
Sólo unos pocos Estados han reducido marginalmente el comercio durante el genocidio, pero en general los flujos comerciales indirectos, incluso con Estados que supuestamente no tienen relaciones diplomáticas con Israel, han continuado sin alteraciones.
Es un panorama muy sombrío de la realidad. Pero permíteme añadir un elemento más. Creo que, en muchos aspectos, el problema es ideológico. Como he dicho, existe una tendencia a tratar a Ucrania, por ejemplo, frente a Rusia, de una manera muy diferente a cómo se trata a Palestina frente a Israel. Y por eso creo que hay un elemento de orientalismo que acompaña también a la tragedia del pueblo palestino.
Chris Hedges:
Háblanos un poco sobre los tipos de armas que se han enviado a Israel. Debemos tener claro que, por supuesto, los palestinos no tienen un ejército convencional, no tienen una armada, no tienen una fuerza aérea, no tienen unidades mecanizadas, incluidos tanques, no tienen artillería y, sin embargo, los envíos de armas que están llegando son algunos de los armamentos más sofisticados que se utilizan en una guerra convencional.
Y según un informe israelí que se filtró, creo que fue +972 Magazine, el 83 % de las personas asesinadas en Gaza son civiles.
Francesca Albanese:
Sí, sí. En primer lugar, hay dos tipos de armas: las consideradas convencionales y las de doble uso. Y ambas deberían haberse suspendido de acuerdo con la decisión de la Corte Internacional de Justicia relativa a Israel en el caso Nicaragua vs. Alemania.
Por otra parte, tenemos la transferencia de armas directamente a Israel, y esto incluye aviones, materiales para fabricar drones, porque Israel no produce nada por sí mismo, necesita componentes (*), como proyectiles de artillería, munición para cañones, rifles, misiles antitanque, bombas.
Así que todas estas cosas han sido suministradas principalmente por Estados Unidos. Alemania, que es el segundo mayor exportador de armas a Israel, ha suministrado una gama de armas que va desde fragatas hasta torpedos.
Y también está el caso de Italia, que ha suministrado repuestos para bombas y aviones, y el Reino Unido, que ha desempeñado un papel clave en la aportación de inteligencia. Y también está la cuestión de la ONU. No todo es fácil de rastrear porque Estados Unidos… Estados Unidos es el principal proveedor de armas, también es el ensamblador del programa F-35.
Así que hay 17 o 19 países que cooperan y todos ellos dicen, bueno, ya sabes, quiero decir, sí, sé que el F-35 se utiliza en Israel, por Israel, pero yo sólo contribuyo con una pequeña parte. Sólo contribuyo con las ruedas. Sólo contribuyo con las alas. Sólo proporciono estos ganchos o este motor.
Todo se ensambla en Estados Unidos y luego se vende, se transfiere o se regala a Israel. Y es extremadamente problemático, por eso digo que es un crimen colectivo, porque nadie puede asumir la responsabilidad por sí solo, pero al final todos juntos contribuyen a que este genocidio implique a tantos países.
Chris Hedges:
Francesca, Israel es el noveno exportador de armas más grande del mundo. ¿Hasta qué punto influyen esas relaciones? Quiero decir, creo que uno de los mayores compradores de drones israelíes es la India. Hemos visto cómo la India ha cambiado su postura con respecto a Palestina.
Históricamente, la India siempre ha apoyado al pueblo palestino. Eso ya no es así con Narendra Modi. ¿En qué medida afectan esos vínculos a la respuesta de los 63 Estados sobre los que escribes por colaborar con el genocidio?
Francesca Albanese:
Permíteme primero ampliar esta información. La venta de armas y tecnología militar es un componente fundamental de la economía israelí. Desde 2024, constituye un tercio de las exportaciones israelíes. Y, por supuesto, hay dos elementos relacionados con esto: estas exportaciones mejoran la capacidad de fabricación de Israel, pero también empeoran terriblemente la vida de los palestinos, ya que la tecnología militar israelí se prueba sobre los palestinos bajo ocupación u otras personas sometidas a otras actividades militares relacionadas con Israel.
Ahora bien, el hecho es que la exportación de armas ha aumentado casi un 20% durante el genocidio, duplicándose hacia Europa. Y sólo el comercio con Europa representa más del 50% de las ventas militares israelíes, vendiendo a muchos otros países, incluidos los del Sur Global. Los Estados de Asia y el Pacífico en esa región representan el 23% de las compras, siendo India probablemente el principal. Pero también el 12% de las armas probadas en los palestinos son compradas por países árabes en virtud de los Acuerdos de Abraham. Entonces, ¿qué nos dice esto?
Explica lo que insinuabas en la pregunta, el hecho de que esto también se refleja en el cambio político hacia Israel que se ha registrado en la Asamblea General. Si observamos cómo se comportan algunos países africanos y asiáticos, incluida la India, con respecto a Israel, vemos que es un giro de 180 grados en comparación con su postura en los años 70, 80 y 90.
Esto se debe a que, por un lado, Israel está integrado en la economía global, de que se trata de una economía global.
Es muy triste, pero esa es la realidad. Y es importante saberlo porque se trata de un proceso largo, como insinuaba antes, mi sensación es que se trata de una trayectoria a largo plazo que no comenzó el 7 de octubre de 2023. Quiero decir que, probablemente desde el final de la Guerra Fría, se ha producido una creciente globalización del sistema en el que el denominador común es la fuerza.
Quiero decir que existe, no un denominador común, sino un factor unificador para muchos, que es la fuerza, el monopolio de la fuerza que viene con las armas, el capital y los algoritmos. Y sí, ahí es hacia donde se dirige el mundo.
Chris Hedges:
Hemos visto esos sistemas de armas que, por supuesto, se prueban. Digamos que el término es «probado en combate» sin nombrar a los palestinos, pero se venden a Grecia para frenar a los migrantes que vienen del norte de África. También se utilizan a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México.
Y no es sólo el hecho de que estas armas estén «probadas en combate» con los palestinos, y ni siquiera hemos hablado de estos enormes sistemas de vigilancia, sino que los propios métodos de control, la forma en que se utilizan, se exportan a través de asesores militares.
Francesca Albanese:
Por supuesto, porque, de hecho, la población israelí está compuesta casi en su totalidad por soldados. Aunque haya quienes no se alistan en el ejército por motivos religiosos o porque son objetores de conciencia, son una pequeña minoría. La mayoría de los israelíes pasan por el ejército.
Y luego muchos de ellos transfieren sus conocimientos o lo que han estado haciendo a sus siguientes pasos profesionales. Como documentaba en mi informe anterior, la economía de las startups israelíes tiene un enorme lado oscuro, ya que está conectada con la industria militar y la industria de la vigilancia.
Hay un número significativo de ciudadanos israelíes que se dedican a proporcionar asesoramiento, inteligencia y formación en el Sur Global, tanto a mercenarios como a Estados propiamente dichos, como Marruecos. Por lo tanto, se está produciendo una israelización y palestinización de las relaciones internacionales o, más bien, de las relaciones entre individuos y Estados.
Y creo que lo interesante, y por eso digo que Palestina es tan reveladora, es que, como tú dices, al final estas herramientas de control y securitización se han concentrado en manos de quienes están fortificando las fronteras a expensas de los refugiados y los migrantes.
Por eso está muy claro lo que está pasando aquí. Hay oligarcas que se están haciendo cada vez más ricos y están cada vez más protegidos en sus fortalezas, donde el Estado les proporciona el terreno fértil para ello, pero no son los Estados los que se benefician de esta desigualdad, porque la mayoría de la población de los Estados, fíjate en Estados Unidos, pero también en Europa, no se beneficia, de hecho, de nada.
Son víctimas. Por eso los explotas igualmente. Por eso digo que es otro grado de sufrimiento, por supuesto, que el de los palestinos. Pero todos los trabajadores de hoy en día deberían aprender una lección de lo que está sucediendo con los palestinos, porque el gran sistema de injusticia está conectado y nos conecta a todos con lo que está sucediendo allí.
Chris Hedges:
También a nivel interno. Me refiero a que, cuando los agricultores sij que protestaban contra Modi salieron a las calles, de repente, sobre sus cabezas aparecieron drones de fabricación israelí lanzando botes de gas lacrimógeno.
Francesca Albanese:
Así es, exactamente. Los drones son uno de los dispositivos más exportados de la tecnología israelí y son utilizados por Frontex para vigilar el mar Mediterráneo, como decías, y la frontera entre Estados Unidos y México. Pero cada vez se están introduciendo más en la vida de las personas.
Fíjate también en cómo se han perfeccionado ciertas tecnologías más allá de las fronteras. Recuerdo que, a principios de este verano, esto es muy anecdótico, no he investigado al respecto, pero sabía que estábamos viendo algo bastante horrible y revolucionario. Este año, este verano, durante las protestas en Serbia, donde los estudiantes y los ciudadanos de a pie salieron a las calles contra el Gobierno y llevan ya un año protestando, vi el uso de estas armas sónicas, armas alimentadas con oxígeno.
Hay bombas que producen un dolor tan intenso en el cuerpo de quien se encuentra en la onda que es insoportable. Y entonces, por supuesto, la gente intenta huir, pero también pierde el sentido, etcétera. Yo he visto esto en Serbia.
Y ahora entiendo que también se está utilizando en Gaza, donde la bomba no produce fuego, sino un movimiento de aire que causa dolor en el cuerpo e incluso en los órganos internos. Es increíble. Y estas son armas que se han perfeccionado mediante pruebas aquí y allá, y Serbia sigue vendiendo y comprando tecnología militar a Israel y desde Israel.
Chris Hedges:
Sólo quiero terminar diciendo que creo que tus informes, en particular los dos últimos, muestran el fracaso total de los gobiernos y las empresas a la hora de responder legalmente en lo que respecta a sus obligaciones legales ante el genocidio. ¿Qué hacemos ahora? ¿Qué hay que hacer, por citar a Lenin?
Porque esto, como has señalado repetidamente, presagia realmente el colapso total del Estado de derecho. ¿Qué debemos hacer como ciudadanos?
Francesca Albanese:
Creo que ya hemos superado la zona de alarma. Quiero decir que realmente nos encontramos en una situación crítica y lo percibo porque, en lugar de corregirse, el sistema liderado por los gobiernos está acentuando sus rasgos autoritarios. Piensa en las medidas represivas que está tomando el Gobierno del Reino Unido contra los manifestantes, contra la sociedad civil, contra los periodistas que se solidarizan con Palestina, por la justicia en Palestina.
En Francia e Italia, al mismo tiempo, la libertad académica se está reduciendo y, en esos mismos días, se han cancelado conferencias de historiadores y expertos militares y jurídicos de renombre debido a la presión de los grupos progenocidio y pro-Israel en sus respectivos países. Se está persiguiendo a personas, incluso en Alemania, entre ellas académicos, por ejercer su libertad de expresión.
Todo esto me indica que hay muy pocas pretensiones de que los Estados occidentales, las llamadas democracias liberales, los más apegados a esta idea de democracia, estén dispuestos a defenderla de verdad. Así que, en este sentido, nos corresponde a nosotros, los ciudadanos, estar atentos y asegurarnos de no comprar productos o servicios relacionados con la ilegalidad de la ocupación, el apartheid y el genocidio.
Existen varias organizaciones que recopilan listas de empresas y entidades, incluidas universidades, que están relacionadas con esta actividad ilegal. BDS [Boicot, Desinversión y Sanciones] es una de ellas, no compréis a la ocupación que se beneficia profundamente, también hay asociaciones de estudiantes…
Y esto es algo muy conmovedor porque realmente es el trabajo de los estudiantes, los profesores y el personal lo que ha permitido trazar un mapa de lo que hace cada universidad. Y creo que nos da la posibilidad de actuar, cada uno en su propio ámbito. Luego, por supuesto, es necesario hablar de Palestina, tomar decisiones sobre Palestina, y no porque todo tenga que girar en torno a Palestina, sino porque Palestina es hoy una metáfora de nuestra vida y del rumbo que va a tomar se hace muy evidente en esto.
Pero también debemos asegurarnos de que las empresas se desprendan de sus inversiones. Ya sea a través de nuestro poder de compra, la gente tiene que alejarse y dejar de usar plataformas como Airbnb o Booking.com. Sé que Amazon es muy conveniente, pero chicos, también podríamos volver a comprar libros en las librerias, encargarlos a través de ellas.
Por supuesto, no todos podemos hacerlo, pero muchos sí, muchos pueden. De camino al trabajo, comprad un libro en una librería, pedid un libro en una biblioteca. Tenemos que reducir nuestra dependencia de las herramientas que se han utilizado, que se han perfeccionado a través de la matanza de los palestinos. Y, por supuesto, hacer que los gobiernos rindan cuentas. Hay abogados, asociaciones y juristas que están llevando a los funcionarios de los gobiernos a los tribunales, a las empresas a los tribunales. Pero, de nuevo, no creo que haya una estrategia que vaya a ser la que gane.
Es la pluralidad de acciones de una pluralidad de actores lo que va a producir resultados y frenar el genocidio y, luego, ayudar a desmantelar la ocupación y el apartheid. Es un largo camino y la lucha acaba de empezar.
Chris Hedges:
Gracias, Francesca, y quiero dar las gracias a Thomas [Hedges], Diego [Ramos], Max [Jones] y Sofía [Menemenlis], que han producido el programa. Pueden encontrarnos en ChrisHedges.Substack.com.
N. de la T.: (*) Véase aquí la implicación de empresas españolas, entre otras denunciadas.
(Transcripción de la entrevista al inglés por Diego Ramos).

