
En declaraciones publicadas por el portal Syria TV, el funcionario reveló que la decisión fue adoptada durante la reciente visita a Pekín de una delegación encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Assad Hassan Shaybani.
Salibi Calificó el viaje del jefe de la diplomacia siria como el inicio de “una nueva era” en la política exterior de Siria, marcada por el relanzamiento del comercio bilateral y la revitalización de las misiones diplomáticas.
A su juicio, los contactos sostenidos en los últimos meses allanaron el camino para una agenda más amplia con China, quinto miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo respaldo considera esencial para evitar crisis de veto en torno al dossier sirio.
Salibi recordó que antes de 2011 el intercambio comercial superaba los mil 500 millones de dólares, cifra equivalente a casi el 9 por ciento del presupuesto nacional, y subrayó que el país en reconstrucción necesita con urgencia productos, empresas y tecnología del gigante asiático.
Añadió que Pekín prometió una donación millonaria de ayuda humanitaria y dio instrucciones para acelerar los preparativos administrativos y logísticos de la reapertura de su sede diplomática en Damasco.
En relación con informaciones difundidas por AFP sobre la supuesta entrega de 400 combatientes uigures a China, Salibi desmintió categóricamente la versión y aseguró que “ese asunto no fue discutido ni planteado en ningún momento”.
El subdirector explicó que las empresas interesadas en participar en la reconstrucción requieren conversaciones detalladas con Pekín sobre seguridad, zonas de trabajo y el funcionamiento de la embajada.
Atribuyó asimismo la reciente postura china en el Consejo de Seguridad, sin vetos a resoluciones favorables a Siria, al avance sostenido de los acuerdos bilaterales y al interés de Pekín en garantizar la seguridad de sus ciudadanos e inversiones en territorio sirio.
Finalmente, Salibi reiteró las declaraciones del presidente Ahmed Shara y del canciller Shaybani, según las cuales Siria no representará una amenaza para ningún Estado, incluida China, y su territorio no será utilizado contra terceros.

