
Líderes estudiantiles ecuatorianos criticaron este miércoles la reciente aprobación, por parte de la Asamblea Nacional, de un recorte de 128 millones de dólares al presupuesto de las universidades públicas, que amenaza con agravar la ya crítica crisis de la educación superior en el país.
Desde la Plaza Indoamérica, en los exteriores de la Universidad Central del Ecuador (UCE) en la ciudad capital de Quito, Nery Padilla, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), sostuvo que el Gobierno de Daniel Noboa debería redirigir a las instituciones de educación superior los 200 millones de dólares que pretendía invertir en una Asamblea Constituyente, propuesta rechazada en la reciente consulta popular.
Padilla enfatizó que hablar de “libre ingreso” es una ficción mientras miles de jóvenes siguen excluidos del sistema universitario. “Más de 1.3 millones era el número oficial establecido para ingresar a las universidades, pero por período se están quedando 260.000 bachilleres sin acceder, por tanto, de qué libre ingreso se está hablando», cuestionó.
El dirigente también criticó que el Ejecutivo dé prioridad al pago de la deuda externa mientras, paralelamente, se reduce la deuda tributaria del grupo empresarial vinculado a la familia Noboa. “Esos 98 millones que se perdonaron debían destinarse a la universidad. La educación es fundamental para el desarrollo de los pueblos”, apuntó.
En el caso de la UCE, Luis Chuquimarca, representante estudiantil, denunció que la reducción de 15,5 millones de dólares constituye un golpe directo a la calidad académica y a la infraestructura. Asimismo, aseguró que las consecuencias ya son evidentes “Tenemos aulas que se caen a pedazos, un campus sin internet y menos cupos para nuevos estudiantes”.
Asimismo, cuestionó la orientación del gasto público: “El Gobierno dedica 13 mil millones al pago de deuda, pero educación y salud juntas reciben solo 11 mil millones. Eso es criminal”, afirmó.
En la provincia de Cotopaxi, la situación no es diferente. Diego Quisnancela, presidente de la FEUE local, explicó que su universidad perderá cerca de ocho millones de dólares en 2026, afectando especialmente a estudiantes rurales y de escasos recursos.
En ese sentido, expresó «en la Universidad se postularon 8.000 personas y solo ingresaron 2.000, por eso llamamos al Gobierno para que nos entregue más presupuesto».
Más grave aún es la situación de la Universidad Intercultural Amawtay Wasi, cuyo presupuesto sufrirá una reducción del 68,92%. Su representante, Rodrigo Moreno, calificó esta decisión como un acto de “colonialidad contemporánea” que pone en riesgo la autonomía educativa indígena.
Moreno también advirtió que el recorte amenaza programas esenciales de formación bilingüe, investigación comunitaria y preservación de los saberes ancestrales, pilares del carácter plurinacional e intercultural consagrado en la Constitución.
El presupuesto general del Estado para 2026, aprobado el sábado por un Legislativo dominado por el oficialismo, contempla disminuciones para 19 universidades públicas, panorama que profundiza la precarización del sistema y compromete el futuro de miles de jóvenes en todo el país.

