
El 21% de las empresas industriales argentinas redujo su dotación de personal en octubre debido a una caída generalizada de la producción, según el relevamiento trimestral del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), que consultó a más de 700 firmas. Además, el 23.5% ajustó turnos laborales y el 7.7% recurrió a suspensiones, reflejando una tendencia en ascenso desde hace cinco trimestres.
Solo el 10.6% de las compañías incrementó su personal, un porcentaje en declive desde octubre de 2024, según el informe.
El monitor de desempeño industrial registró 43.8 puntos en octubre, una baja de 5.2 puntos con respecto al año anterior, con los sectores textil, metales comunes, confecciones, cuero y calzado como los más afectados. El 40.3% de las empresas reportó una caída en su producción, frente a solo el 21.3% que observó mejoras. Las ventas internas también se contrajeron para el 47.7% de las firmas, un deterioro acelerado respecto al 43.5 registrado tres meses atrás y al 26.5 de hace un año.
La demanda interna se consolidó como la principal preocupación empresarial (41%), seguida del aumento de costos (19.3%). En exportaciones, el 25.1% de las compañías notó una retracción, mientras que el 18.2% registró crecimiento. Además, una de cada dos empresas admitió dificultades para afrontar pagos a empleados, proveedores o impuestos, informó el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina.
En ese contexto, el presidente Javier Milei, consultado sobre el efecto de las políticas económicas, alegó que «si se abre la economía y determinado sector quiebra es porque el bien que se está trayendo de afuera es de mejor calidad y/o más barato».
Afirmó que este ajuste «no genera pérdida de empleo” y que los trabajadores migrarán a sectores «más productivos», aumentando la felicidad de los ciudadanos. Sin embargo, en sus primeros 20 meses de gestión, desde diciembre de 2023, cerraron 19.164 empresas con un promedio de al menos 30 cierres por día, según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), basados en registros oficiales.
El cierre de estas empresas trajo consigo la pérdida de 276.624 empleos, de los cuales 55.941 forman parte del sector industrial. La reforma laboral propuesta no ha generado nuevos empleos como anunciaba el argumento oficial y lo que ha fomentado es la aceleración de los despidos.
La UIA advierte que la crisis industrial se profundiza, con indicadores que no muestran recuperación desde 2024. Mientras el Ejecutivo apuesta a la apertura comercial, las firmas locales enfrentan presiones sin precedentes, con caídas sostenidas en producción y empleo que repercuten en la economía doméstica.

