Pese al alto el fuego entre Israel y la resistencia palestina, en vigor desde el 10 de octubre pasado, el Ejército israelí ha continuado sus ataques al territorio palestino ocupado desde el año 1967, y ocasionado al menos 373 muertes, según datos del Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza. Asimismo, continúan las demoliciones de infraestructura palestina, con énfasis en edificios residenciales que antes del genocidio servían de hogar a los civiles palestinos.
En medio de esta crisis creada por el Gobierno sionista, la cartera de Salud gazatí ha actualizado la grave situación de escasez de medicamentos que enfrentan los pocos hospitales que aún prestan servicios en el enclave: «El 52% de la lista de medicamentos esenciales, el 71% de las listas de consumo médico, y el 70% de los consumidores de laboratorio están agotados«, informaron este domingo.
Pese al alto el fuego entre Israel y la resistencia palestina, en vigor desde el 10 de octubre pasado, el Ejército israelí ha continuado sus ataques al territorio palestino ocupado desde el año 1967, y ocasionado al menos 373 muertes, según datos del Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza. Asimismo, continúan las demoliciones de infraestructura palestina, con énfasis en edificios residenciales que antes del genocidio servían de hogar a los civiles palestinos.
En medio de esta crisis creada por el Gobierno sionista, la cartera de Salud gazatí ha actualizado la grave situación de escasez de medicamentos que enfrentan los pocos hospitales que aún prestan servicios en el enclave: «El 52% de la lista de medicamentos esenciales, el 71% de las listas de consumo médico, y el 70% de los consumidores de laboratorio están agotados«, informaron este domingo.

Hace unas horas, El canciller de Egipto, Badr Abdelatty, confirmó que su país mantiene contactos con Israel respecto a la reapertura del paso fronterizo de Rafah en el sur del territorio gazatí; sin embargo, esta apertura no se materializa y el tiempo apremia para la vida de muchos palestinos que se encuentran al borde de la muerte.
Este domingo las tropas israelíes no limitaron sus ataques mortales contra civiles. Una niña palestina murió a causa de los disparos del Ejército en la zona de Mawasi, en Rafah, al sur de Gaza. Los servicios de ambulancia y emergencia locales informaron que la pequeña Ahed al-Biyouk murió fuera de la zona controlada por Israel; por su parte, los ocupantes afirmaron que identificaron «a un terrorista que cruzó la línea amarilla y se acercó a las tropas, lo que representaba una amenaza inmediata» y fue eliminado, en su habitual retórica deshumanizadora.
Minutos después, la artillería israelí atacó zonas al este de Deir al-Balah, en el centro de la Franja. La reanudación del fuego elevó a seis el número de muertos en 24 horas, y a decenas el número de heridos.
Jefe del Estado Mayor israelí: el Ejército tiene libertad de operación
El Gobierno sionista no deja de dar muestras de su interés de perpetuar su ocupación en la Franja de Gaza, hasta lograr desalojar a toda su población palestina nativa. Este domingo, el jefe del Estado Mayor del Ejército de ocupación, Eyal Zamir, dijo que la llamada «Línea amarilla» es la nueva frontera israelí en Gaza, y en su demarcación las tropas tienen «libertad de operación».
«La ‘línea amarilla’ es una nueva frontera que sirve como línea defensiva avanzada para nuestras comunidades y como línea de actividad operativa«, dijo durante una visita a Beit Hanoun y Jabaliya en el norte de Gaza, donde se reunió con sus comandantes, y se refirió a los asentamientos ilegales de colonos judíos como «comunidades».
Confirmó que sus militares han asumido «el control operativo sobre extensas partes de la Franja de Gaza» y «permanecerán» en estas áreas.
Estas operaciones se justifican bajo la bandera de impedir que Hamás «se restablezca»; sin embargo, la resistencia ha dado muestras de su capacidad verdadera de trabajo en el territorio, en el que logró identificar 27 cadáveres de rehenes israelíes que habían quedado bajo los escombros a causa de los bombardeos israelíes, cumpliendo con su parte del acuerdo de tregua. En tanto, Israel no ha dejado de violar el alto el fuego con ataques y disparos diarios.
Pese a los objetivos que Zamir comunica en su discurso, las masacres de civiles en Gaza y la destrucción de la mayor parte de la infraestructura gazatí confirman que los planes de su Gobierno se resumen a continuar ocupando la tierra palestina, hacerla «inhabitable» para los gazatíes, y obligarles a irse del territorio.


