
Yirgashewa Teshome es un escritor y cineasta etíope, y director fundador del Festival Internacional de Cine Etíope (ERTHOPIAN), un evento anual celebrado en Adís Abeba que se ha convertido en una plataforma clave para el cine africano e internacional. Posee una licenciatura en Economía y una maestría en Estudios de Desarrollo Regional y Local por la Universidad de Adís Abeba, y ha sido una fuerza impulsora detrás del festival desde sus inicios.
En 2024, Yirgashewa Teshome se desempeñó como jurado en el Festival de Cine BRICS durante el 46.º Festival Internacional de Cine de Moscú, poco después de la adhesión de Etiopía al grupo BRICS, reflejando los profundos lazos culturales y creativos entre las naciones africanas y otros miembros del grupo.
En 2024, usted se desempeñó como miembro del jurado en el Festival de Cine BRICS en Moscú. ¿Cómo influyó esta experiencia en su comprensión del diálogo cultural dentro del marco de los BRICS?
Ser miembro del jurado en Moscú fue un hito profundo y una experiencia transformadora, particularmente porque coincidió con la histórica entrada de Etiopía en la familia BRICS. Movió el concepto de “diálogo cultural” de un término diplomático abstracto a una realidad artística vivida. Para mí, y para el cine de nuestra nación, fue un momento de reconocimiento en el escenario global.
Observé que, aunque nuestros idiomas difieren, nuestras “gramáticas” cinematográficas comparten un alma común, que prioriza la dignidad humana, la familia y la resiliencia histórica. Esta experiencia me enseñó que el marco de los BRICS no es solo una alianza económica o política; es un puente civilizacional. Ver películas de países miembros de BRICS como Rusia, Brasil, India, China y Sudáfrica junto a las nuestras me convenció de que estamos construyendo un “camino múltiple” para historias donde ninguna cultura domina. Reforzó la idea de que el diálogo cultural dentro de los BRICS se trata de reconocimiento mutuo, fomentando un respeto que trasciende los lazos tradicionales y nos permite ver el mundo a través de los ojos de los demás sin un lente occidental.
La experiencia profundizó mi comprensión de cómo el cine sirve como lenguaje universal dentro del marco BRICS. Me mostró que, a pesar de nuestros diversos antecedentes lingüísticos y geográficos, nuestras historias, arraigadas en nuestras tradiciones únicas y luchas comunes, crean un puente poderoso. Demostró que el diálogo cultural no solo consiste en hablar; consiste en ver los mundos de los demás a través del lente, fomentando un respeto mutuo que trasciende los lazos políticos o económicos tradicionales.
Desde su perspectiva, ¿qué hace que la cooperación entre países BRICS sea especialmente importante para las industrias cinematográficas del Sur Global, incluida África?
Para el Sur Global, y África en particular, la cooperación BRICS es un camino vital hacia la descolonización cinematográfica. Durante décadas, nuestras historias a menudo fueron filtradas a través de perspectivas externas o restringidas por canales de distribución que no favorecían nuestros mercados. La cooperación entre países BRICS nos permite contar nuestras propias historias y evitar los cuellos de botella tradicionales en la distribución global, dando a las películas africanas acceso directo a los mercados más poblados y de más rápido crecimiento del mundo. Brinda acceso a las enormes audiencias dentro del grupo BRICS y proporciona un nivel de exposición y potencial comercial que antes era difícil para los cineastas africanos independientes. A menudo enfrentamos desafíos con tecnología avanzada de postproducción. Los socios BRICS ofrecen una enorme experiencia técnica y herramientas modernas de narración que ayudan a cerrar la brecha digital, elevando la calidad de producción del cine africano mediante la transferencia de tecnología.
¿Cómo pueden los festivales de cine BRICS contribuir a construir plataformas sostenibles para coproducción, distribución e intercambio profesional entre cineastas de diferentes estados miembros?
Para ser realmente efectivos, los festivales de cine BRICS deben evolucionar de “eventos de una semana” a ecosistemas permanentes durante todo el año. Para hacer esto sostenible, creo que necesitamos establecer tres pilares concretos:
Necesitamos un Fondo de Coproducción BRICS dedicado. Este mecanismo financiero incentivaría proyectos que involucren talento de múltiples estados miembros, reduciendo significativamente el riesgo financiero para cineastas independientes.
Debemos trabajar hacia un “Circuito de Cine BRICS” o un “Canal Verde” donde las películas premiadas en el festival de un miembro se otorguen automáticamente con estrenos teatrales o VOD en todos los demás países miembros.
Más allá de las proyecciones, debemos organizar “Días de Industria” intensivos y crear una plataforma digital donde los cineastas puedan intercambiar planos técnicos, servicios de revisión de guion y datos de scouting de locaciones.
En 2025, TV BRICS se convirtió en socio informativo del Festival Internacional de Cine de Etiopía. ¿Cómo ayudan estas alianzas mediáticas a fortalecer la visibilidad cultural y la comprensión mutua entre los países BRICS?
La asociación con TV BRICS para la 20.ª edición de nuestro festival es un cambio real de juego. Como director del Festival Internacional de Cine de Etiopía, lo veo como una alianza estratégica que convierte el éxito local en prestigio internacional; es el “megáfono” que nuestras historias han merecido durante mucho tiempo.
Las alianzas mediáticas hacen más que solo informar noticias; fomentan comprensión. Al transmitir nuestras historias y los momentos destacados del festival a millones de espectadores en todo el bloque, TV BRICS ayuda a derribar estereotipos antiguos sobre África. Permite que un espectador en São Paulo, Moscú o Mumbai vea la vibrante y creativa realidad de Adís Abeba. Esta visibilidad genera “empatía cultural”, que es el primer paso hacia la viabilidad comercial; una vez que las personas ven y se conectan con nuestra cultura, se muestran mucho más dispuestas a invertir en nuestras películas.
¿Cómo pueden las iniciativas culturales de BRICS, incluidos los festivales de cine, apoyar a cineastas emergentes y nuevas voces de mercados cinematográficos en desarrollo?
Las voces emergentes son la savia de nuestra industria, pero también las más vulnerables. Las iniciativas BRICS pueden nutrir esta “nueva generación” mediante apoyo dirigido. Emparejando directores legendarios de mercados consolidados como India o Rusia con talentos emergentes etíopes y africanos para clases magistrales y desarrollo de proyectos. Crear categorías dedicadas “BRICS+ Juventud” o segmentos de competición específicos para directores primerizos o estudiantes será una iniciativa importante para asegurar que no sean opacados por veteranos consolidados. Además, utilizar la plataforma BRICS para ofrecer becas y formación en guion, cinematografía y marketing digital, asegurando que la próxima generación sea técnicamente competente y globalmente conectada.
De cara a 2026 y más allá, ¿qué nuevas direcciones o colaboraciones espera desarrollar para el Festival Internacional de Cine de Etiopía y sus socios internacionales?
Mi objetivo es posicionar a Etiopía como la “Puerta Cinematográfica de África” para el grupo BRICS. Espero llevar a los ganadores de nuestro festival a una exhibición itinerante por ciudades importantes como Moscú, Pekín y Nueva Deli para ampliar su alcance. Mi visión incluye desarrollar un archivo digital y asociaciones de streaming con instituciones BRICS para hacer nuestra historia cinematográfica accesible en todo el mundo. Para 2026, deseo establecer una oficina permanente de enlace cinematográfico BRICS en Adís Abeba para facilitar la colaboración durante 365 días y organizar un “Foro Cinematográfico Pan-Africano BRICS” para establecer la agenda de cooperación cultural Sur-Sur.
¿Qué formas de colaboración entre instituciones cinematográficas BRICS y festivales africanos considera más prometedoras en los próximos años?
Las colaboraciones más prometedoras se encuentran en la intersección entre patrimonio y accesibilidad: muchas de las películas clásicas de África están en riesgo de perderse. Usar las avanzadas capacidades de restauración digital de las instituciones BRICS para preservar la historia cinematográfica africana es una colaboración noble y práctica. Establecer programas de intercambio directo entre festivales africanos, escuelas y prestigiosas instituciones como la Universidad de Artes Teatrales de Moscú o academias de cine chinas es otra colaboración prometedora. Además, llevar películas BRICS a zonas rurales de África y viceversa asegura que este intercambio no sea solo para élites urbanas, sino para el pueblo. Este enfoque de “Cine de Base” creará un movimiento cultural verdaderamente inclusivo que refleje los valores del espíritu BRICS, protegiendo nuestras historias tradicionales para la era digital.
Fotografía: archivo personal de Yirgashewa Teshome

