
El Gobierno de Cuba, a través de su canciller, Bruno Rodríguez, manifestó este domingo 28 de diciembre su rechazo a los planes de Estados Unidos de ejecutar una venta masiva de armamento a Taiwán, advirtiendo que esta acción atenta contra la integridad territorial China y la estabilidad de la región Asia-Pacífico.
El canciller cubano ratificó la postura histórica de la isla en defensa del principio de “una sola China”, al tiempo que enfatizó que Taiwán es una parte inalienable del gigante asiático y que el suministro de equipo militar por parte de Washington socava los esfuerzos de paz regionales.
Con el pronunciamiento del titular del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba compartido a través de sus redes sociales, la isla caribeña reafirma su alianza estratégica con Beijing, abogando por el respeto a la soberanía nacional y la resolución de conflictos sin interferencias externas.

La posición de La Habana se suma a las recientes declaraciones de Beijing. El portavoz de la cancillería china, Guo Jiakun, denunció que estas transacciones armamentísticas violan los acuerdos bilaterales entre China y Estados Unidos.
En este sentido, la Administración china ha señalado que este tipo de apoyo externo incumple los tres comunicados conjuntos entre Beijing y Washington, alimenta agendas militares externas, incluyendo el aumento de la presencia militar en puntos estratégicos como Okinawa, y envía mensajes erróneos a las fuerzas secesionistas.
Ante la reciente aprobación en Estados Unidos de un nuevo paquete de asistencia militar a Taiwán, valorado en 11.000 millones de dólares, el Gobierno de China anunció la imposición de medidas contra una veintena de empresas estadounidenses vinculadas a la industria armamentística, las cuales incluyen restricciones tanto a las compañías como a sus altos ejecutivos.
Estas restricciones responden al papel que dichas empresas han desempeñado en el equipamiento de Taipéi, lo cual es visto por China como una interferencia en sus asuntos internos.

