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La alternativa comunista frente a los límites del mundo multipolar

Compostela 29 de noviembre de 2025. Comunismo Revolucionario Galego

El ambiguo “proceso de paz” para Ucrania

Putin : “He dicho cien veces que no vamos a entrar en guerra con Europa, pero si Europa lo hace, estamos preparados”

Unión Europea: Proyecto piloto para la globalización

Si en pleno siglo XXI -donde tenemos Internet, teléfonos inteligentes, IA y toda una gama de posibilidades para estar bien informados- todavía no te has dado cuenta de que no pintas nada, deberías hacértelo mirar.

Bélgica: tres días de huelga y un vasto movimiento social sin perspectiva política

Juan Manuel Olarieta (mpr21).— Los problemas se le acumulan a Bélgica. No resuelve ninguno de ellos y se van amontonando encima de la mesa,...

Andrea Zhok: La guerra de Ucrania llega a su fin (pero no será un verdadero final)

En Ucrania, los elementos nacionalistas radicalizados tomarán cualquier tratado de paz como una «puñalada por la espalda»… Se avecina una alianza estructural entre los restos de las fuerzas armadas radicalizadas ucranianas y el belicismo europeo.

La invasión de las mentes y los ataques ideológicos del imperialismo

La liberación del pueblo solo es posible cuando depura su propio pensamiento de la ideología imperialista y lo arma con la ideología revolucionaria.

Europa saqueadora de los pueblos

Mucho antes del siglo I de nuestra era, ese territorio que hoy se vende como la gran Europa no tenía forma de continente ni sabía hacia dónde iba, eran varios pueblos dispersos, tribus, aldeas y reinos pequeños que vivían de la agricultura básica, salían a la caza, cuidaban el pastoreo y se abastecían con truques entre vecinos, se comportaban salvajemente, peleaban con violencia por las rutas, se enfrentaban por las cosechas, buscaban controlar las fuentes de agua y luchaban por las zonas de dominio, no existía una autoridad general ni nada que los juntara, mandaba el que podía imponerse, cada grupo ponía su ley con armas cortas y ejércitos mínimos, así funcionaba ese espacio fragmentado antes de convertirse en centro de dominio y antes de ser bautizado como Europa.

¿Qué esperan después de acoger a los nazis con los brazos abiertos?

Los más hipócritas se han puesto de acuerdo para lloriquear por eso que llaman “el auge de la ultraderecha”. ¿Cómo es posible? Hay que recordarles lo que escribió el historiador canadiense Irving Abella: “Una forma de entrar en el Canadá de la posguerra era mostrar un tatuaje de las SS. Demostraba que eras anticomunista”.