A la calle sin miedo - Resultados de la búsqueda
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Sobre la Invasión, la Meridiana y el catalanismo progresista
El nacionalismo catalán demuestra con el nombramiento del nuevo Presidente de la Generalidad Catalana una vez más, que la democracia y las leyes son sólo un medio para la consecución de sus fines además de una fuente de inagotables y jugosas prebendas que hasta ahora nunca ha debido justificar pese a su continua malversación y su uso para construir un armazón del odio y un proceso de ingeniería social que nadie en su sano juicio o sin un cinismo mayúsculo y una grave úlcera además de otras muchas taras puede defender.
El círculo vicioso de la izquierda pensándose a sí misma
Desde la caída del Muro de Berlín, la izquierda que pretende situarse más allá de la socialdemocracia parlamentaria adosada al orden capitalista no ha...
¿Dónde vives, utopía?
El relato oficial dice que entre la muerte de Franco en 1975 y el fallido golpe de Estado de Tejero (23 de febrero de...
Arnaldo Otegi y la perfección negativa del Estado español
El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial,política, militar, jerarquía católica,universitaria y mass media del Estado español,herederos naturales del legado del...
Lucas Leon Simon: Mi mochila
Una infancia oyendo “La Pirenaica”, una juventud leyendo el “Manifiesto Programa”, un megáfono a pilas que apenas aumentaba la voz, reuniones clandestinas en La Palomera, correr delante de los grises el 30 de abril, aprender de Manolo Rubia, entro en “las Juventudes”, un sindicato independiente de la patronal, los partidos políticos y el gobierno.
Carta abierta a la élite política chilena
Es cosa de cambiar las prioridades, tan sencillo como eso. ¿O esperas a que aparezca alguien de la nada y quiera cambiar verdaderamente las prioridades por ti?
Las tres rosas del salitre
Cuando sacaron de su casa a Julia Lafora, la maestra de Triana, era de madrugada, apenas tuvo tiempo de vestirse, se quitó el camisón en presencia de los falangistas que la custodiaban, para ponerse el vestido negro de luto por su marido fusilado dos días antes.
La cama vacía de la Casa del Niño
Desde que llegó a la Casa del Niño en el Paseo de San José el pequeño Manolo no hablaba, se orinaba en la cama...