Las consecuencias para la paupérrima economía española pueden ser devastadoras, ello explica el desplazamiento a Londres de corresponsales que odian con toda su alma a los británicos, periodistas que se volvieron de la noche a la mañana una especie de hooligans. Nuestro temor: que la españa fascista centre su despecho en Gibraltar y miles de trabajadores españoles tengan que abandonar la Roca. Como hizo Franco. Recuerden. Según como se desarrollen los acontecimientos en el futuro otros países podrían tomar una decisión similar y salir de esta cárcel policiaca llamada Europa.
El escenario más temido y menos esperado por la Unión Europea se ha consumado. Por primera vez, un país decide abandonar el club y lo hace más por consulta popular, con una gran participación (72%) y con casi 17 millones de británicos ignorando las advertencias de los poderes fácticos de todo el planeta sobre las gravísimas consecuencias de votar leave (irse).
El brexit profundizará aún más la gravísima crisis que atraviesa la Unión Europea y el desprestigio de Bruselas ante una opinión pública que le ha dado la espalda. Los sondeos en toda Europa indican el hartazgo ante la incapacidad de la UE para superar económica, que mantiene a 21 millones de personas en el paro; la incapacidad para gestionar la crisis de los refugiados, sólo frenada con un acuerdo de dudosa legalidad con Turquía; o la incapacidad para atajar una amenaza terrorista que cruza los fronteras con aparente impunidad.
