Un hombre de 79 años cuya identidad responde a las iniciales M.C.C. murió el domingo por la tarde cuando se estaba bañando en la playa de A Frouxeira, en el municipio de Valdoviño. Todo apunta a que el fallecimiento fue debido a un fallo cardíaco, pero se está a la espera de la confirmación de la autopsia.
El suceso se produjo a media tarde, cuando el septuagenario se encontraba en el agua en las proximidades de las rocas que separan la playa grande de la pequeña.
Un bañista que estaba en las inmediaciones se percató de que el hombre se encontraba mal, incluso presentaba unos pequeños rasguños, posiblemente de tratar de apoyarse en las rocas o caerse de ellas, y lo trasladó hasta la arena.
La víctima balbuceó «me muero, me muero» y, según testigos presenciales, dejó de respirar. Una médico que se encontraba en la playa trató de asistirlo, al igual que el personal del servicio de salvamento y socorrismo de A Frouxeira, que echó mano del desfibrilador con que cuentan en su base, pero el equipo no dio ninguna descarga, según pudo comprobar la gente que se encontraba en las proximidades.
UVI móvil
Poco después llegó una ambulancia del 061 equipada con una UVI móvil, junto con un médico y personal sanitario, pero las maniobras de reanimación cardiopulmonar no dieron resultado, por lo que solo se pudo confirmar la muerte del bañista.
El suceso ocurrió poco después de las cinco de la tarde, y el cuerpo sin vida del hombre permaneció tendido en la arena, cubierto por una manta térmica, hasta que a las ocho llegó la furgoneta de la funeraria San Lorenzo, que lo trasladó al Hospital Naval de Ferrol, en el que esta mañana está previsto que se le practique la autopsia.
Levantamiento del cadáver
Previamente ya había acudido un médico forense del Imelga de Ferrol, que autorizó el levantamiento del cadáver por orden del juez de guardia.
Varios agentes de la Guardia Civil también estuvieron presentes en el lugar de los hechos y, tras realizar las oportunas diligencias, se hicieron cargo de una hermana del muerto, que se encontraba también en la playa y presenció lo ocurrido.
El fallecido era natural de la ciudad de Vigo y, según pudo saber este periódico, estaba viudo y había venido a pasar unos días con su hermana.
Todo esto ocurría entre los centenares de bañistas que el domingo, a pesar de que había niebla, pasaron la tarde en la playa de A Frouxeira.
La gente que presenció lo ocurrido también se preguntó por qué no acudió antes al lugar de la incidencia alguna de las dos ambulancias que cubrían la Baixada das Carrilanas, que se celebraba a tan solo dos kilómetros de donde se produjo el fatídico accidente.
¿De qué vale tener los equipos si cuando hacen falta no funcionan?
El alcalde de Valdoviño, Alberto González Fernández, manifestó a última hora de la tarde del domingo a este periódico que se está recabando información sobre lo ocurrido con el desfibrilador y también las causas de la muerte del bañista de 79 años. En los corrillos que se formaron la gente lamentaba el trágico desenlace del septuagenario y se quejaba del hecho de que el desfibrilador de la caseta de salvamento y socorrismo no hubiese funcionado. «¿De qué vale tener los equipos si cuando hacen falta no funcionan?», decían algunas personas que estaban en el arenal. Todo apunta, según el regidor, a que el equipo no funcionó, porque no hizo ninguna descarga cuando los socorristas lo accionaron, pero también se comentó que la muerte fue debida a un infarto fulminante.
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