Las élites políticas a ambos lados del Atlántico han perdido el sentido de la realidad y se hunden en una fosa séptica de conspiración alocada frente a la supuesta ‘amenaza rusa’, opina el columnista británico Brendan O´Neill en su reciente artículo para The Spectator.
El autor de la nota considera que después de la victoria de Donald Trump y el triunfo del Brexit las clases dominantes de Occidente perdieron la cabeza.
Resultó que la conspiración basada en la posible implicación de hackers rusos en las elecciones presidenciales en Estados Unidos forma parte de la retórica no solo de políticos estadounidenses. El parlamentario británico Ben Bradshaw declaró es “muy probable” que Rusia interfiriera en el referéndum sobre la salida de Reino Unido de la UE.
“No tengo ningún trocito de prueba de esto, pero lo siento en mis huesos”, ironizó O’Neill sobre las palabras del político británico.
El columnista señala que numerosos artículos de medios occidentales están llenos del “temor liberal ante los ‘ruskies’ que amenazan con ‘arruinar’ su nación”. En la reciente edición de la revista The New Yorker, el Kremlin está mostrado en forma de un ovni que vuela sobre la Casa Blanca disparando con láser contra ella. Entretanto cada periodista que escribe sobre “la nueva guerra fría” plantea la “muerte de mundos enteros”, y esto, opina el autor de la nota, es una señal de paranoia.
Según O’Neill, esta histeria carece de fundamento, sin embargo es enorme. De acuerdo con un sondeo realizado por el centro YouGov, el 50% de los votantes del Partido Demócrata están convencidos de que Rusia supuestamente “falsificó” los resultados de elecciones sin presentar pruebas.
“Dios mío. ¿Qué pasa con esta gente? ¿En serio creen que Putin hizo que el Brexit sucediera? ¿[Creen] que los ‘ruskies’ falsificaron los resultados de los comicios en EEUU? Se han vuelto locos. Están errados. Las mismas personas que se presentan como campeones de la lógica, en realidad resultaron ser vendedores de paranoia”, concluye el autor del artículo.