“Irán no ha cometido ningún incumplimiento en este sentido, porque estas acciones (pruebas de misiles balísticos) no están prohibidas por las resoluciones del Consejo de Seguridad (…) o el acuerdo nuclear iraní”, dijo el jueves una fuente en el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso citada por la agencia de noticias rusa Interfax.
La fuente rusa reaccionó de hecho a una reciente prueba “exitosa” de un misil balístico antibuque por el país persa.
El misil balístico Hormuz 2, con un alcance de unos 300 km, fue disparado “esta semana y llegó a destruir con éxito un objetivo a una distancia de 250 kilómetros”, anunció el jueves el comandante de la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de brigada Amir Ali Hayizade.
La fuente diplomática rusa explicó que Moscú no creía que las pruebas de misiles de Irán en el mar de Omán, el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz, constituyesen un incumplimiento de este país con sus obligaciones internacionales, tal como recoge el portal Middle East Monitor.
Rusia, un firmante clave del histórico acuerdo nuclear entre Teherán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), desmiente las acusaciones estadounidenses de que los ensayos de misiles de Irán violan la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
“La resolución 2231 del CSNU no prohíbe a Irán este tipo de actividades. Contiene tan solo un llamamiento a Irán para que evite lanzamientos de misiles capaces de llevar una carga nuclear”, dijo el pasado 31 de enero el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Riabkov.
Para Riabkov, Washington, con esa campaña mediática antiraní, busca “caldear la situación y (…) lograr fines políticos”.
La República Islámica, a su vez, reivindica con insistencia que el desarrollo de su programa de misiles es para blindar su estrategia de defensa y que sus cohetes nunca han sido diseñados para portar ojivas nucleares.