La ciudad chilena de Antofagasta, a 1300 kilómetros de la capital Santiago, concentra la actividad minera del país y los ingresos por exportación de cobre.
Pero en las barriadas pobres de los cerros, no les toca nada de esa bonanza. En Antofagasta, el color de las planchas de madera aglomerada se confunde con el color de los cerros.
Son extensas barriadas, llamadas campamentos en Chile. Aquí viven, duermen, cuidan de sus hijos, estudian y siguen adelante chilenos e inmigrantes pobres. La ciudad tiene un producto interno bruto de 40 mil dólares
Antofagasta es la capital minera del país. Tiene el ingreso per cápita de cualquier capital europea, pero así es como vive gran parte de su población.
6200 familias viven en más de 50 campamentos en los faldeos de los cerros. El alto costo de vida y de las viviendas, los empujan a los campamentos. Algunos incluso, construidos sobre antiguos basurales.
En Antofagasta, como en Chile, la riqueza de unos pocos crece en directa relación con los ghettos de pobreza.
Leonel Retamal, Antofagasta.
