Damasco denuncia que la ofensiva de EE.UU. a una base aérea de Siria animará a los grupos terroristas a lanzar ataques químicos contra las fuerzas sirias.
“Los bombardeos de EE.UU. contra la base aérea siria de Al-Shairat envían un falso mensaje a los terroristas, ya que los alientan a utilizar armas químicas contra las fuerzas sirias en el futuro”, declaró el viernes el encargado de negocios permanente de la delegación siria ante las Naciones Unidas, Munzer Munzer, durante una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Añadió que tras el ataque de Estados Unidos, los grupos terroristas, como el EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra (autodenominado Frente Fath Al-Sham), han aprovechado la coyuntura y han intensificado sus operaciones contra el Ejército sirio y sus aliados.
“Los bombardeos de EE.UU. contra la base aérea siria de Al-Shairat, envían un falso mensaje a los terroristas, ya que los alientan a utilizar armas químicas contra las fuerzas sirias en el futuro”, declaró el encargado de negocios permanente de la delegación siria ante las Naciones Unidas, Munzer Munzer.
Este ataque estadounidense, aseguró Munzer, es la continuación de la errónea estrategia de Washington frente a la crisis siria mediante la cual EE.UU. ha proporcionado todo tipo de apoyo a los grupos armados para derrocar el Gobierno del presidente sirio, Basahr al-Asad.
Asimismo, indicó que la llamada coalición internacional, dirigida por EE.UU., sólo ha logrado matar a los civiles sirios y destruir la infraestructura de este país árabe, pues su verdadero objetivo es debilitar la capacidad del Ejército sirio y sus aliados para combatir el terrorismo.
En otro momento de sus declaraciones, expresó su gratitud a los Gobiernos de Bolivia y Rusia por solicitar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) tras el bombardeo estadounidense contra la base aérea siria.
Cabe señalar que es la primera desde que estalló la crisis siria, hace seis años, que Estados Unidos decidió lanzar un ataque contra el Gobierno de Damasco. Lo hizo en la madrugada del viernes, cuando su Marina lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk, cada uno con una carga explosiva de 500 kilos, contra la base aérea de Al-Shairat.
Esta ofensiva responde a un presunto ataque químico acaecido el martes en una localidad de Jan Sheijun, del que Washington culpa a Damasco sin presentar evidencia alguna, mientras el Gobierno sirio ha negado el uso de materiales químicos y acusa a los grupos extremistas de ser los responsables del incidente.
Rusia e Irán, grandes aliados del Gobierno sirio, han criticado fuertemente el ataque estadounidense por elevar el riesgo de escalada en la región y haberse realizado de manera unilateral. Moscú ha anunciado la suspensión de un acuerdo con Estados Unidos para impedir colisiones aéreas en el suelo sirio.