El Ministerio de Defensa de Rusia ha desclasificado parte de los archivos que relatan la gran crueldad de la invasión nazi a la óblast —región— soviética de Jersón de la URSS —actual Ucrania— durante la Segunda Guerra Mundial.
Uno de los documentos, un informe escrito por el teniente general Mijaíl Rudakov, jefe del departamento político del 3er frente ucraniano, el 3 de abril de 1944, cuenta detalles acerca de las torturas y ejecuciones de decenas de miles de civiles en la región de Jersón.
Ni los niños, ni las mujeres, ni los ancianos lograron escapar de la crueldad de los invasores alemanes, quien “desde el primer día” utilizaron gran violencia contra los residentes locales, en particular, contra la población de los asentamientos judíos, señala el documento.
“Los alemanes perpetraron una terrible matanza de la población judía en la ciudad. El 23 de septiembre de 1941, 8.900 judíos fueron apresados y llevados de la ciudad a una zona de colonias agrícolas, donde se les disparó a todos”
Según numerosos testimonios, los niños menores de 12 años fueron asesinados por los alemanes con un líquido venenoso que les untaban en los labios. En fosas comunes, los nazis enterraban no solo a los ya muertos, sino también a personas todavía con vida. La población gitana de la ciudad también fue aniquilada por los fascistas, relata el informe.
En el documento, son mencionados también distintos casos de violaciones de mujeres soviéticas, incluidas ancianas y niñas. “Uno de los soldados-bestias alemanes abusó de una niña de 5 años de edad, llamada Svetlana, la hija del trabajador Piotr Ivánovich Gavrilov”, detalla Rudakov.
Además, el informe enumera los casos de abuso, saqueo y destrucción de las instituciones urbanas y subraya los devastadores efectos de la invasión alemana en la cultura ucraniana provocados por el cierre de escuelas, bibliotecas, museos e iglesias. El teniente general también menciona las extenuantes condiciones bajo las cuales la población de la región ocupada era obligada a trabajar.
Mijaíl Rudakov destaca en el documento que los hechos que retratan la falta de humanidad del enemigo fueron investigados por una comisión especial integrada por representantes de las organizaciones públicas locales y por las unidades militares.
En el informe, además, se adjuntan los resultados de los exámenes médicos legales, llevados a cabo tras la exhumación de los cuerpos de los ciudadanos soviéticos muertos y torturados por los invasores alemanes.
Para el Ministerio de Defensa ruso los documentos desclasificados adquieren particular relevancia en los días actuales, ya que diferentes fuerzas políticas en Rusia y en el extranjero están tratando de reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial e imponer una nueva versión de los hechos para adaptarse a ciertas coyunturas políticas.