“Las autoridades israelíes han convertido las clínicas de las prisiones en centros para agredir a los presos palestinos en huelga de hambre, torturarlos y presionarlos”, reza un comunicado del exprisionero Abdel-Nasser Farwaneh, jefe de estudios y documentación de un comité de prisioneros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
En su declaración enfatizó que tal “chantaje” es utilizado por los soldados, los médicos, e incluso por los enfermeros, que trabajan en esas clínicas del régimen israelí.
El que fuera también preso basa sus acusaciones en los relatos de muchos de los palestinos en huelga de hambre, y pide a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que asuma sus responsabilidades y detenga los “crímenes” que se perpetran contra los palestinos e “intervenga” urgentemente para salvar sus vidas.
En este sentido, argumentó que tales actos equivalen a una “violación flagrante” de todas las convenciones internacionales y leyes humanitarias, por lo que también insta que se lleve a los tribunales a los médicos israelíes que participan en esas violaciones, pues contravienen la ética de la profesión médica.
El pasado 17 de abril casi un millar de detenidos palestinos comenzó una huelga de hambre en varias cárceles israelíes en un intento de poner fin a la detención administrativa y al régimen de aislamiento, y denunciar, en general, la pésima situación en la que se encuentran los presos palestinos en dichos centros.
Las cifras de las organizaciones no gubernamentales palestinas indican que al menos 6500 palestinos se encuentran en las prisiones del régimen de Israel. Miles de personas en el mundo y los propios palestinos han protagonizado protestas para hacer llegar la voz de los huelguistas al mundo entero.