El presidente de EE.UU. califica de ‘grave amenaza’ la filtración a los medios de información de los servicios de inteligencia sobre el atentado de Manchester.
«Esas filtraciones han estado ocurriendo durante mucho tiempo y mi Gobierno llegará al fondo del asunto», ha prometido este jueves Donald Trump mediante un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
Trump califica las «presuntas filtraciones» de información confidencial procedentes de agencias del Gobierno estadounidense de «muy preocupantes» y de «grave amenaza para la seguridad nacional».
Es por ello que pide «al Departamento de Justicia y a otras agencias pertinentes que lancen una investigación completa sobre este asunto» y señala que «llegado el caso, los culpables deberían ser procesados con todo el peso de la ley».
Las filtraciones desde Washington sobre el atentado suicida del lunes en Manchester (centro norte de Inglaterra), que dejó al menos 22 muertos y 64 heridos, han provocado un gran descontento entre las autoridades británicas.
Los medios estadounidenses han publicado, a partir de filtraciones procedentes del Gobierno de Trump, datos sensibles como la identidad del terrorista suicida y, en el caso del diario The New York Times, incluso imágenes del lugar del ataque —reivindicado por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe)— y de restos del supuesto explosivo utilizado.
A su llegada a Bruselas para la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que también asiste Trump, la primera ministra británica, Theresa May, ha anunciado que transmitirá a Trump la necesidad de compartir datos de servicios de inteligencia de manera «segura», a la vez que ha señalado que el intercambio debe estar basado en la «confianza».
«Voy a dejarle claro al presidente Trump que el intercambio de información entre los organismos de seguridad debe efectuarse de manera segura», ha declarado May.
En respuesta, en el comunicado difundido por la Casa Blanca, Trump enfatiza que no hay una relación que su Gobierno «estime más» que la «especial» que mantienen EE.UU. y el Reino Unido.