EE.UU. no desvelará lo que pasó con el vuelo MH17 en Ucrania, porque probablemente desmentiría la acusación contra los independentistas de Donbás, opina Putin.
A lo largo de los últimos dos años, el director de cine estadounidense Oliver Stone ha pasado 19 horas con el presidente ruso, Vladimir Putin, para preparar cuatro entregas con las diferentes conversaciones que mantuvieron.
En una parte de la conversación el cineasta expresó la seguridad de que los servicios de inteligencia de EE.UU. controlaban la situación en Ucrania tras el golpe de Estado en 2014. En este contexto, le preguntó a Putin si cree que la entidad estadounidense posee datos sobre la caída de MH17.
«Por supuesto, ellos (EE.UU.) querían culpar (de lo sucedido) a los milicianos de Donbás y de forma indirecta a Rusia. (…) Si esta información contradice esto, nunca la van a revelar», respondió el presidente ruso.

Cabe recordar que el avión de pasajeros Boeing 777-200 de Malaysia Airlines, que cubría la ruta entre Ámsterdam (Holanda) y Kuala Lumpur (Malasia), se estrelló el 17 de julio de 2014 en el sureste de Ucrania con 298 personas a bordo, dando pie a acusaciones del bloque occidental contra los combatientes independentistas y a la imposición de sanciones contra Rusia. Sin embargo, basándose en datos de radares, el Kremlin descartó que los independentistas de Donbás lanzaran un misil para derribar el vuelo.
El deterioro de las relaciones entre Rusia y el Occidente, sin precedentes desde el fin de la Guerra Fría, tiene sus raíces en la crisis de Ucrania, que se agravó por la posterior anexión de la península de Crimea a Rusia.
En otra parte de la entrevista Stone enseñó a Putin una portada de la revista estadounidense Foreign Affairs que mostraba un oso herido acompañado del titular: ‘La Rusia de Putin: derrotada, pero todavía en el juego’. «Alguien desea pensar eso», comentó el presidente ruso, agregando que se trata de «sueños de ellos» que «no se corresponden con la realidad».