Los afganos de Mazar-e-Sharif acusan a EE.UU. de liberar al jefe del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Afganistán, que siembra el terror en la zona.
En declaraciones a la cadena rusa RT, algunos residentes y refugiados en la localidad de Mazar-e-Sharif, en el norte de Afganistán, que han sido testigos y víctimas del nuevo jefe de Daesh en Afganistán, Azizullah Yuldashev, han denunciado a Washington por liberarlo de la prisión.
Los afganos culpan a EE.UU. de la actual situación que vive la región, y aseguran que los estadounidenses liberaron a Yuldashev de la prisión “inesperadamente, por alguna razón”.
“Ellos lo dejaron ir, y ahora ha venido por nuestras tierras”, dijo un vecino, mientras otro agregó que “si quisieran, podrían atraparlo muy rápido”.
Yuldashev, hijo del líder del llamado Movimiento Islámico de Uzbekistán, que en 2014 juró lealtad a Daesh, salió en libertad el año pasado de la prisión de Bagram, cerca de Kabul, bajo “extrañas circunstancias”, denunció recientemente el Ministerio de Exteriores de Rusia.
En la actualidad, la prisión de Bagram es administrada oficialmente por el Gobierno afgano, pero los locales afirman que todavía “pertenece a EE.UU.”
“Bagram pertenece a los estadounidenses, el Gobierno afgano no tiene recursos para su administración. Fueron los estadounidenses quienes liberaron a Azizullah”, dijo uno de los líderes de una pequeña milicia local creada para combatir la tiranía de Azizullah.
El nuevo cabecilla de Daesh ha sembrado de pánico y muerte el norte de Afganistán después de que fuera “inesperadamente” liberado de una prisión militar bajo control estadounidense, lamentaron los habitantes de la localidad afgana de Mazar-e Sharif.
“Ha asesinado a mucha gente, y asediado a muchos más. No hay fin para sus asesinatos”, agregó otra vecina que ha perdido a 25 miembros de su familia, incluido su hijo. “Cortaron las cabezas de la gente, sus piernas, brazos y dedos. A algunas víctimas no pude reconocerlas debido a las barbaridades que les hicieron en la cara”, relató otro residente local.
Afganistán sufre de graves problemas políticos, sociales y de seguridad. Muchos analistas creen que la primera razón de la crisis que sufre el país asiático es la invasión llevada a cabo en 2001 por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), porque, según ellos, tras la agresión de la Alianza Atlántica se han agravado las condiciones en el país, los talibanes han continuado su insurgencia y se ha organizado el EIIL.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, hay entre 600 y 800 combatientes que luchan en las filas de Daesh en Afganistán. Otras estimaciones apuntan a una cifra varios centenares más elevada.
