¿Agresión intencionada o golpe fortuito? Esto es lo que tendrá que decidir el tribunal de la sección 7 de la Audiencia de Barcelona, que ha dejado este miércoles visto para sentencia el juicio contra el agente de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra que aporreó la oreja de un joven, Iván J., tras el desalojo del centro social de Can Vies, en el barrio de Sants de Barcelona.
El agente ha reconocido que golpeó al joven, pero ha alegado que en realidad el impacto iba dirigido a las piernas. El cambio de trayectoria del porrazo hacia la oreja se produjo, según su versión, porque tropezó con su compañera antidisturbios presente en el momento de los hechos.
No fui consciente de dónde iba el golpe», ha dicho el agente, antes de asegurar que «en ningún momento» quería golpear al joven en la cabeza y que tras hacerlo, al ver que Iván sangraba, no insistió más. Además, ha explicado que la actuación policial se produjo porque Iván les insultó, extremo rechazado por la víctima, la Fiscalía y los testigos que no eran policías presentes en el momento de los hechos. Todos ellos destacan que la plaza de Sants estaba tranquila y que Iván no increpó a los agentes.
diario.es