Los gobiernos tanto de la comunidad de Madrid como del ayuntamiento de la capital están arreciando en la aplicación de las políticas en beneficio de la burguesía y contra los trabajadores. Apenas nada queda ya del efecto del “Gobierno del cambio” de Manuela Carmena, entregada absolutamente a los intereses de la burguesía con, cada día, menor vergüenza y Cristina Cifuentes, al más puro estilo PP, machaca a la clase obrera pese a estar cercada por la corrupción de su Gobierno y su Partido.
El oportunismo de Ahora Madrid está cada vez más dividido y presenta ya dos facciones bien reconocibles. Por un lado, Manuela Carmena y sus adláteres –como Carlos Sánchez Mato- representan el ala más a la derecha y Ganemos e IU forman una alianza reformista del fracaso que, para repartir unas pocas migajas al pueblo como el proyecto de remunicipalización de Línea Madrid (de 240 empleados) para… ¡2022!, se las tienen que ver no sólo con la oposición reaccionaria del PP sino también con la alcaldesa y sus palmeros.
La formación oportunista, así, no duda ni por un instante en: primero, negar a los trabajadores de la capital el más mínimo avance en sus condiciones de vida –incumpliendo, por ejemplo, las promesas electorales en cuanto a la remunicipalización de servicios privatizados, como la limpieza- y segundo, defender a ultranza los intereses de la burguesía como observamos en el acuerdo alcanzado por Carmena para desarrollar la “Operación Chamartín”, incluso pese al rechazo de Ganemos e IU.
Mientras tanto, Cristina Cifuentes ni se inmuta por la corrupción, tanto de su Gobierno como de su Partido, y prosigue con paso firme el ataque dictado por quienes le pagan –ya casi sin disimulo y cada vez con menos discreción- arrasando con la sanidad pública madrileña (colapso en los hospitales madrileños ante la falta de personal y de camas, nuevo empujón a la privatización con el proyecto de ley de Salud Pública, plantas de hospitales cerradas por falta de personal, etc.) además de con la educación y, en definitiva, todo lo que sea un servicio público que redunde en un menor beneficio para la burguesía dominante.
El motín de 82 magrebíes en el CIE de Aluche muestra la miseria y el antiobrerismo del Estado español, puesto que depende del Ministerio de Interior, pero también el fracaso del oportunismo, que siempre encontrará la excusa de que alguien por encima de él le impide llevar a cabo las reformas. Las violaciones sistemáticas de los derechos de los trabajadores, inmigrantes en este caso o disidentes políticos como en el caso de Arenas, Alfon o tantos otros, son recurrentes porque el sistema capitalista necesita de la represión contra la clase obrera para mantenerse en el poder.
Syriza, Podemos o Ahora Madrid ya han demostrado que no son la solución para los problemas de los trabajadores, que seguimos sufriendo día a día indecibles miserias en forma de explotación en el centro de trabajo, de represión en las calles ante las legítimas protestas, en la búsqueda de una vida mejor en otro país y, prácticamente, en cada uno de los ámbitos de la vida pues el sistema económico es el que rige todos ellos y los condiciona.
El Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español de Madrid llama a la clase obrera a organizarse junto con estudiantes, parados, jubilados… y unir todas las luchas en una única que derroque el sistema capitalista, eliminando de una vez por todas la explotación del hombre por el hombre, y con el que construir el Socialismo a través de un Frente Único del Pueblo y de la HUELGA POLÍTICA DE TODO EL PUEBLO.
¡Por la unidad de la clase obrera!
¡Por el Frente Único del Pueblo!
¡Por el Socialismo!
Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) de Madrid