Miles de personas se manifestaron en Argentina para denunciar la desaparición de Santiago Maldonado durante una represión policial contra la comunidad mapuche.
Durante esta marcha masiva, convocada por organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos, la multitud se congregó el viernes en la Plaza de Mayo de Buenos Aires (la capital) para pedir al Gobierno que el joven en cuestión aparezca con vida, pues su paradero se desconoce desde el pasado 1 de agosto, fecha en la que la Gendarmería Nacional reprimió una protesta de la comunidad mapuche en la provincia sureña de Chubut.
Los manifestantes urgieron al Gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, a dar curso a las investigaciones oportunas para encontrar a Maldonado, un artesano de 28 años que podría haber sido detenido por haber participado supuestamente en las protestas de los indígenas.
“Esta es la principal hipótesis, que debe investigarse. Hay que entender qué pasó con la Gendarmería Nacional y, principalmente, dar con un Santiago Maldonado que esté vivo”, sentenció la miembro de la ONG argentina Centro de Estudios Legales y Sociales Gabriela Kletzel.
Los participantes emitieron también un comunicado, firmado conjuntamente por las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, las Abuelas de la Plaza de Mayo, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, entre otros, en el que consideraron el caso de Maldonado como una desaparición forzada.
“Santiago fue subido a un móvil de Gendarmería. Su ausencia es un acto de desaparición forzada, de una gravedad institucional intolerable”, reza la nota.
El Gobierno argentino insiste en que “no hay ningún indicio” de que los gendarmes detuvieran a Maldonado ni se puede confirmar que él hubiera estado en el lugar de los hechos, ya que los manifestantes llevaban la cara cubierta.
Los mapuches reclaman tierras ancestrales en la provincia de Chubut (sur) que actualmente están en disputa con la empresa italiana Benetton.
Los pueblos indígenas son blanco de la violencia y la represión de las fuerzas de seguridad que protegen los intereses de los grandes terratenientes y empresas multinacionales. A su vez, esta violencia busca justificarse a partir de la construcción mediática de un relato que se repite en diferentes zonas de la Patagonia y que estigmatiza a los mapuches como terroristas que ponen en peligro la “paz social”.