El presidente de EE.UU., Donald Trump, tiene pendiente usar su arsenal nuclear para contrarrestar la amenaza de Corea del Norte, según la Casa Blanca.
Durante un diálogo telefónico mantenido el domingo con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, el mandatario estadounidense dijo estar dispuesto a utilizar su arsenal nuclear contra Pyongyang, en defensa de su territorio y el de sus aliados.
“El presidente Trump reafirmó el compromiso de EE.UU. de defender su territorio y el de sus aliados con el uso de todo tipo de capacidades diplomáticas, convencionales y nucleares a nuestra disposición”, según una lectura de la transcripción de la conversación proporcionada por la Casa Blanca.
Según la nota, durante esta conversación telefónica, Trump y Abe abordaron la situación en la península de Corea tras el reciente ensayo de Pyongyang de una bomba nuclear. Ambos dignatarios condenaron de manera contundente el ensayo y acordaron estrechar aún más su cooperación para hacer frente a “acciones amenazantes y provocativas” de Corea del Norte.
Esa información salió a la luz, mientras ese mismo día el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) advirtió a Pyongyang que Washington no dudará en usar medidas militares contra Corea del Norte si este amenaza el territorio nacional estadounidense o el de sus aliados.
El domingo, Pyongyang confirmó haber llevado a cabo el “exitoso ensayo de una bomba de hidrógeno para ser instalada en los misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés)”. Según la Defensa de Japón esa bomba tenía una potencia 4 veces mayor que la utilizada por Estados Unidos en 1945 para atacar la ciudad japonesa de Hiroshima.
Desde que Trump tomó en enero pasado las riendas del país norteamericano, ha empleado una retórica bélica sin precedente ante el líder norcoreano, Kim Jong-un, amenazándole con fuego y furia jamás vistos, si este no pone fin a su programa nuclear y de misiles balísticos.
Pero, esa retorica bélica del magnate republicano y las medidas punitivas adoptadas por él contra Pyongyang, no han hecho sino agravar la tensión en la península de Corea, conduciendo la zona al borde de una “guerra nuclear”.
