Hace tres años se desató la represión en Iguala contra los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, pertenecientes a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), asesinando a varios de ellos, y desapareciendo hasta el día de hoy a 43 de ellos.
Es innegable la responsabilidad del Estado mexicano en ese acto represivo, en el que están comprometidos todos los niveles de gobierno, así como todos los mecanismos y fuerzas represivas, en el que están implicados todos los partidos burgueses, que una vez más manifiestan así su vocación antiobrera y antipopular.
Se demuestra así la imbricación entre el Estado, la política burguesa, los grupos paramilitares, el narcotráfico y sus sicarios.
El tiempo pasa y el Estado mexicano va de versión en versión: de la verdad histórica a la posverdad, omitiendo los dictámenes de organismos de derechos humanos de México y otros países que lo colocan en el banquillo de los acusados.
Es claro que no habrá esclarecimiento de los hechos, ni castigo de los culpables. Como ocurrió en las represiones de 1968, 1971, y durante la guerra sucia, en Aguas Blancas, El Charco, Tlatlaya y otros momentos trágicos.
El Partido Comunista de México reitera su solidaridad con los familiares de los estudiantes desparecidos, y reafirma que acompañará sin descanso su justa lucha.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Partido Comunista de México