La Marina de Estados Unidos ha desplegado, por primera vez, sus aviones furtivos F-35 en un buque de guerra en la región del Golfo Pérsico.
Según informan medios militares, un buque de asalto anfibio de la 13.ª Unidad Expedicionaria de Marines de EE.UU. (MEU, por sus siglas en inglés) ha trasladado esta semana varios cazas F-35 a la región donde opera la Quinta Flota norteamericana.
La citada flotilla es responsable de las fuerzas navales en el Golfo Pérsico, el mar Rojo, partes del océano Índico y la costa de África del Este hacia el Sur hasta Kenia. Además, está supeditada al Mando Central de EE.UU. (Centcom, por su acrónimo en inglés).
El Cuerpo de Infantería de Marina de EE.UU. publicó también, el pasado 3 de septiembre, una fotografía en la que aparece un caza F-35 despegando de un buque de asalto anfibio de la clase Wasp Essex, ubicado en una región controlada por su Quinta Flota.
De acuerdo con fuentes militares, estos aviones podrían ser utilizados en las próximas maniobras militares en la región, así como en las operaciones de Estados Unidos en países de Oriente Medio, especialmente en Irak y Siria.
El caza F-35 es un avión de quinta generación, desarrollado en tres modelos diferentes por Lockheed Martin. Sin embargo, un funcionario del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) reconoció que el 83 % de estos aviones de combate estadounidenses no ha podido ni siquiera despegar en un test simulado.
El programa de desarrollo del F-35 se considera uno de los más caros de la historia militar moderna. Se estima que cada aeronave, en su versión más básica, cuesta no menos de 113 millones de dólares, con modelos que superan los 250 millones.