En Suecia la ultraderecha se convierte en tercera fuerza y árbitro político. El Partido Socialdemócrata obtiene el peor resultado de su historia, empatado prácticamente con la Alianza conservadora. La formación de gobierno se anuncia complicada
Las elecciones en Suecia dejan el paisaje que las encuestas pronosticaban: el ascenso irreversible de la ultraderecha (cinco puntos porcentuales y más de 30 diputados). El paraíso del bienestar y la socialdemocracia salta por los aires.
Los resultados indican que el llamado bloque “progresista” (socialdemócratas, verdes y comunistas arrepentidos) suma 143 diputados, y que el bloque de la derecha (moderados, demo-cristianos, liberales y centristas conservadores( también sumarían 143 a la espera de los datos oficiales.
Así las cosas los 63 diputados neo-nazis se convierten en decisivos para decidir el futuro de Suecia.