El jefe de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, Diosdado Cabello, llama “asesino” al representante especial de EE.UU. para el país caribeño.
Elliott Abrams “es un asesino”, dijo el número dos del oficialismo venezolano en reacción a las declaraciones del funcionario estadounidense, quien amenazó con una respuesta “muy fuerte”, si el opositor Juan Guaidó es detenido.
El pasado martes, la ANC despojó a Guaidó —quien se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela— de su inmunidad parlamentaria y autorizó enjuiciarlo por “usurpar” las funciones del presidente Nicolás Maduro.
Ante ello, Abrams —cuyo país apoya abiertamente al golpista venezolano— advirtió el viernes de que la detención de Guaidó sería “un error muy grave, quizás el último del régimen de Nicolás Maduro” y aseguró que tiene “planes, y (la respuesta) será muy fuerte”.
“Quien debería estar preso es Abrams, condenado en Estados Unidos por genocidio en Centroamérica”, remarcó Cabello a periodistas durante una movilización de miles de chavistas en Caracas, capital venezolana, para rechazar la “injerencia” norteamericana en los asuntos del país bolivariano.
El alto funcionario venezolano dejó claro que “ni Abrams ni nadie” impone los tiempos a la justicia venezolana, que actualmente está trabajando en un procedimiento contra Guaidó de acuerdo con la Constitución y las leyes de Venezuela. “Abrams no tiene ni arte ni parte en la justicia venezolana (…). Su opinión nos resbala”, ha dicho.
Estados Unidos ha apoyado desde un principio la autoproclamación de Guaidó como “presidente interino” y ha aumentado su presión contra el Gobierno democráticamente elegido de Venezuela, aplicándole múltiples sanciones.
Dos días después de que el 23 de enero se Guaidó “juramentara”, la Casa Blanca nombró a Abrams, un cuestionado diplomático de 71 años que participó en la década de 1980 en las campañas anticomunistas en América Central, como emisario para “restaurar la democracia” en Venezuela.
Washington ha reiterado que no descarta una intervención militar para sacar del poder al Gobierno de Caracas, mientras, Guaidó considera la posibilidad de pedir al Legislativo que autorice el ingreso de una misión militar extranjera.