El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en inglés) habla de 14 niños muertos en el reciente ataque saudí a Saná, capital de Yemen.
“La explosión mató a 14 niños e hirió gravemente a otros 16. Esto es lo que Unicef pudo verificar, y es probable que aumente el número real de niños muertos y heridos”, ha comunicado este martes un portavoz de Unicef, Christophe Boulierac, en una rueda de prensa en Ginebra (Suiza).
La información llega después de que un portavoz del Ministerio de Salud de Yemen informó el domingo de que al menos 13 personas, incluidas varias estudiantes, habían perdido la vida en los ataques aéreos saudíes contra una zona residencial y una escuela en Saná.
Unicef, además, denuncia que desde principios de este año más de 400 niños han sido asesinados o heridos por los bombardeos saudíes y sus aliados: la mayoría de los afectados son menos de 9 años.
De acuerdo con el proyecto Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés), los ataques saudíes iniciados en 2015, en muchos casos perpetrados con aeronaves y bombas fabricados en Estados Unidos, han dejado más de 60 000 yemeníes muertos.
