La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), en su informe quincenal sobre la protección de civiles, indicó que el régimen de Israel realiza estas demoliciones bajo el pretexto de que se construyeron sin el permiso respectivo, tal y como publicó el domingo la agencia palestina de noticias Maan.
Conforme desglosa el documento, que contabiliza la destrucción entre el 23 de abril y el 6 de mayo, 37 casas demolidas se encontraban en Al-Quds y las otras cuatro en la zona C de Cisjordania ocupada.
La OCHA destaca que, el 29 de abril, las autoridades israelíes ordenaron destruir 31 viviendas en diversos barrios de Al-Quds, lo que marcó una cifra récord de estructuras derribadas en un solo día en esta ciudad palestina, desde que el órgano de las Naciones Unidas comenzó a realizar un seguimiento sistemático de las demoliciones en 2009.
Justamente, la alarmante cifra de demoliciones en un solo día, llevó al coordinador de la OCHA, Jamie Mc Goldrick, a denunciar el ritmo asombroso de destrucción de viviendas palestinas en Al-Quds y a pedir al régimen israelí que cese esa destrucción masiva.
En el proceso de demolición, agrega el informe, las fuerzas israelíes atacaron físicamente a las familias palestinas, incluidos mujeres y niños, con balas de acero recubiertas de goma, bombas de gas lacrimógeno y gas pimienta.
En otro caso, la OCHA precisa que, el 25 de abril, Israel acabó con una casa situada en la aldea de Az-Zawiya, en el distrito norteño de Salfit, situado en la ribera occidental, lo que provocó el desplazamiento de una familia de siete miembros, incluidos cinco niños. La casa pertenecía a la familia de un palestino de 19 años abatido por las fuerzas israelíes por sospecha de haber matado a un soldado y un colono israelíes cerca del asentamiento ilegal de Ariel el pasado marzo.
A fines de abril, la oenegé pro derechos humanos B’Tselem informó que “desde 2004 hasta marzo de 2019, la municipalidad (israelí) de Jerusalén demolió 830 unidades residenciales palestinas, otras 120 fueron derribadas por sus dueños por orden del municipio”.
Las autoridades israelíes destruyen las viviendas de los palestinos so pretexto de que no cuentan con permiso de construcción, pero diversos análisis enfatizan que el objetivo es la expansión de los asentamientos ilegales y la “judaización total” de la parte oriental de Al-Quds.
En los últimos meses, el régimen de Tel Aviv ha incrementado de manera significativa los intentos para judaizar Al-Quds, especialmente después de que EE.UU. reconociera a esta ciudad ocupada como la capital de Israel.
