La diputada del Movimiento al Socialismo de Bolivia Sonia Brito aseguró ayer que la activación del Título III de la Ley Helms-Burton merece una condena porque pretende incrementar el intento de cercenar los derechos del pueblo cubano.
‘Esta es una época en que los pueblos se autodeterminan, de ninguna manera los propios organismos internacionales de derechos humanos permiten ya que haya este tipo de acciones, que atentan contra los derechos, la vida de las personas’, afirmó Brito en entrevista concedida a Prensa Latina.
Consideró la legisladora que resulta injusto querer estrangular a un pueblo en su economía, en temas básicos como no permitir que ningún otro país pueda hacer acciones económicas, gestiones comerciales con Cuba.
Nombró ‘antidemocracia’ a ese proceder, al que calificó de intolerable.
‘Quienes en este caso hablan en nombre de la democracia cometen delitos de lesa humanidad, vulneran los derechos humanos’, expresó Brito.
Agregó que los legisladores bolivianos critican este tipo de represalias, y en tal sentido subrayó que la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara presentó este proyecto de declaración que tuvo el apoyo de dos tercios de los diputados.
‘La apoyamos en su defensa -explicó Brito-, toda vez que los bolivianos nos sentimos identificados con la causa del pueblo cubano y condenamos, censuramos las acciones belicistas reflejadas en el bloqueo impuesto durante tanto tiempo por Estados Unidos’.
Reiteró que los diputados bolivianos censuran este tipo de acciones, y la declaración cameral tiene fundamentalmente ese objetivo, el de decir que el pueblo de Bolivia, la Cámara de Diputados del Estado Plurinacional no apoya de ninguna manera este tipo de intentos, violatorios de los derechos humanos.
En un documento oficial, el ente legislativo considera que esta medida ‘ocasionaría un gran perjuicio a la hermana República de Cuba y por ende a diversos grupos empresariales de todo el mundo, incluyendo los actuales o futuros intereses económicos, comerciales y de cooperación’ de Bolivia.
A tenor de la declaración, además de agravar las penurias y necesidades de los cubanos, esta norma atenta contra la libertad y los derechos, así como contra el crecimiento y desarrollo armónico que todo el pueblo cubano se merece, por lo que exteriorizó ‘su enérgico y categórico rechazo’.
La aplicación completa del Título III de la Ley Helms-Burton fue habilitada a partir del 2 de mayo pasado por el Gobierno de Donald Trump, en lo que el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, calificó de ataque al Derecho Internacional y la soberanía.
Desde su entrada en vigor hace 23 años con sus cuatro Títulos, la Helms-Burton codifica el bloqueo impuesto por Washington a la Isla hace casi seis décadas, aunque durante ese periodo los presidentes estadounidenses habían suspendido la aplicación efectiva del número III cada seis meses.
Ese acápite otorga a los ciudadanos estadounidenses la posibilidad de presentar en cortes federales demandas contra quienes según Washington trafiquen con las propiedades nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución, lo cual busca evitar la llegada a Cuba de inversiones extranjeras.
