Alrededor de unos 800 soldados de las fuerzas armadas unificadas de Alemania, conocidas como la Bundeswehr, han sido declarados no aptos para reincorporarse al servicio militar posterior a su despliegue en Afganistán, Mali y algunos otros países, según informó el sábado el diario alemán Bild citando datos del Ministerio de Defensa del país europeo.
El rotativo apuntó que actualmente estos efectivos que en su momento les fue diagnosticado haber estado bajo síntomas de fatiga física o mentalmente trastornados se encuentran en un programa especial que incluye tratamiento médico y capacitación para ayudarlos a reintegrarse en la vida civil.
Bild ha detallado que solo durante el 2018 casi 280 militares regresaron de sus misiones en el extranjero sufriendo varios trastornos mentales. Asimismo, el texto ha agregado que desde 2015, un total de 28 miembros del Ejército alemán se vieron obligados a retirarse de sus respectivas misiones debido a que sufrían problemas de salud mental.
Alemania ha ampliado su presencia militar en el extranjero en los últimos años, recogió el medio germano para luego añadir que a día de hoy más de 3300 alemanes están sirviendo fuera de casa.
El contingente militar más importante se encuentra desplegado en Afganistán, donde Alemania tiene 1175 soldados. En Mali, hay al menos 1012 efectivos estacionados como parte de una misión de mantenimiento de la paz auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una operación que cuenta también con el respaldo de la Unión Europea (UE).
Otros destinos extranjeros de los militares alemanes incluyen Siria e Irak, donde los germanos forman parte de la llamada coalición que lidera Estados Unidos contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).